¿Cómo ha impactado la crisis sanitaria COVID-19 a la Odontología?
- En un primer momento, debido que no existían protocolos de bioseguridad frente a este virus, la actitud generalizada de los dentistas fue cerrar sus consultas para prevenir el contagio a los pacientes (más de un 90 % de ellas según estadísticas del Colegio de Dentistas de Chile), lo que habla muy bien del nivel ético de gremio, pero ello genera un deterioro económico gigantesco debido a que la mayoría debe seguir cubriendo los altos costos fijos que implica mantener una consulta dental.
¿Entonces cómo la odontología está enfrentando esta situación?
Al no existir un protocolo, rápidamente, en la institución internacional a la que pertenezco, el Instituto Odontológico de ciencias, nos pusimos a trabajar en un protocolo de bioseguridad basado en la ciencia. Vimos que la misma situación chilena se replicaba en otros países de Latinoamérica. Después de analizar innumerables publicaciones relacionadas a la virulencia y contagiosidad del nuevo coronavirus, su permanencia en superficies y aire, métodos para eliminarlos o prevenir su diseminación, es que diseñamos un protocolo, el que prontamente compartimos en los países dónde el Instituto tiene direcciones.
Usted realizó un video para sus pacientes. ¿Allí se refleja este protocolo?
Sí, una vez establecido el protocolo, sumado a las indicaciones del Ministerio de Salud, inicié su implementación en mi propia consulta, y decidí realizar este video de manera de dar tranquilidad a mis pacientes para que pudieran acudir a atenderse sus urgencias o tratamientos impostergables con seguridad.
Algunas críticas que he recibido es que pareciera ser algo exagerado, pero nuestro criterio es que, al ser ésta una nueva enfermedad de la que aun se desconocen muchas cosas, es mejor poner la vara alta. Posteriormente podría ser pertinente modificar este protocolo de acuerdo con la evolución de la pandemia.
Además, estoy participado en un equipo de investigación que busca convertir el spray de la turbina dental y ultrasonido (esas maquinitas que tienen un sonido agudo y rocían agua) en un agente viricida, lo que mejoraría aún más el control de infecciones.
¿Establecer este protocolo significa un costo muy alto para ser implementado?
Una de las metas actuales del Instituto Odontológico de Ciencias es encontrar de que manera bajar los costos de este protocolo de manera que pueda ser implementado en consultas en zonas de población vulnerable y de bajos recursos. Por ejemplo, metodología para instalar irradiadores ultravioleta “hechos en casa”, a un sexto de su costo comercial, o aspiradores de aerosoles eficientes pero que no impliquen la importación de costosos equipos, los que además obligan a recambio frecuente de filtros, también costosos.
No olvidemos que esta pandemia trae aparejada una profunda crisis económica, por lo tanto, implementar un caro protocolo significa aumentar los costos de la odontología, lo que junto a lo anterior innegablemente podría desencadenar un drástico deterioro de la salud oral de la población.
El Dr. Joaquín Ipinza Hofmann es Cirujano Dentista de la Universidad de Chile, Especialista en Periodoncia, Magíster en Ciencias Odontológicas, Especialista en Implantología Bucomáxilo Facial, premio Mejor Alumno de Postgrado, premio Excelente in Heath Prize GOEH 2006, Fundador de la Cátedra de Periodoncia de la UPV, Fundador y Director General del Instituto Odontológico de Ciencias.
El Dr. Ipinza compartió su whatsapp con nuestros lectores para que puedan consultar directamente con él las dudas que esta entrevista pudiera haber dejado: +569 57641191.
Más información ingresa a www.ipinzaodontologia.cl
Nota: Los irradiadores ultravioleta requieren un manejo de seguridad estricto, por lo que no se recomienda su uso por personas sin formación en salud.
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