Es bien sabido que el microbioma humano (las bacterias intestinales) afectan enormemente sobre la salud y la enfermedad, pero aún se sabe poco respecto a la función del intestino en la salud femenina. En una revisión publicada en Trends in Endocrinology & Metabolism (Tendencias en Endocrinología y Metabolismo), los investigadores de Mayo Clinic y de Wellesley College se concentraron en cómo influye sobre la salud femenina la interacción entre hormonas esteroideas, microbiota vaginal y microbiota intestinal.
«Podemos caracterizar cada fase de la vida femenina según los distintos estados hormonales que dirigen la composición general de la microbiota intestinal y vaginal. La interacción entre huésped y microbioma está detrás de la patología de ciertos trastornos que afectan a la mujer durante su vida, como la vaginosis bacteriana, la diabetes gestacional, el síndrome de ovario poliquístico, la ansiedad, la depresión y la obesidad», comenta la Dra. Marina Walther-Antonio, investigadora del Departamento de Cirugía y miembro del personal del Departamento de Ginecología y Obstetricia en Mayo Clinic.
Función de la microbiota intestinal y vaginal
Los investigadores analizaron el cambio producido por las hormonas esteroideas en la microbiota intestinal y vaginal, o sea, en aquellos microorganismos que habitan en el cuerpo y que incluyen bacterias, virus, arqueas, protozoos y hongos. Los investigadores prosiguieron a vincular la composición con la función de estas microbiotas. La repentina escalada de los niveles de hormonas sexuales esteroideas durante la pubertad se relaciona con menos diversidad en la microbiota vaginal y esa menor diversidad sugiere que el aumento de las hormonas esteroideas durante la pubertad crea un nuevo ambiente que, en la mujer adulta, delinea tanto la microbiota intestinal como la vaginal.
«Este nuevo contexto respecto a las hormonas de una mujer adulta establece la existencia de un equilibrio entre la interacción de las hormonas sexuales esteroideas, la microbiota vaginal y la microbiota intestinal, lo que afecta profundamente sobre la salud de una mujer durante todas las etapas de su vida. La microbiota intestinal controla los estrógenos que circulan en el estroboloma (bacterias dedicadas a mantener el equilibrio estrógeno) y estos estrógenos circulantes, a su vez, ayudan a conformar la microbiota vaginal y dirigen la salud del sistema reproductivo», dice la Dra. Walther-Antonio.
Los investigadores observaron que tanto la microbiota intestinal como la vaginal parecen desempeñar importantes funciones superpuestas. La microbiota intestinal y la vaginal se relacionan con una amplia gama de trastornos y grados de enfermedad que afectan a la mujer durante su vida, entre ellos el síndrome de ovario poliquístico, la infertilidad inexplicable, la obesidad y el cáncer de endometrio», explica la Dra. Walther-Antonio.
La función del eje intestino-cerebro
La creciente evidencia plantea que las hormonas esteroideas y la microbiota intestinal, que actúan mediante el eje intestino-cerebro, influyen sobre cambios en la salud mental como depresión, depresión posparto y ansiedad, que pueden presentarse durante todas las fases de la vida de una mujer.
Aunque los trastornos de ansiedad llegan al máximo durante la adolescencia, las mujeres corren más riesgo que los hombres de padecerlos en mayor grado y gravedad. Esta diferencia entre los sexos puede deberse a la interacción entre los estrógenos y el eje hipotálamo-hipofisiario-suprarrenal. Los investigadores dicen que aunque poco se entienda acerca de la causa exacta, las fluctuaciones hormonales durante todo el ciclo menstrual influyen sobre el estado de ánimo, especialmente ansiedad, depresión, síndrome premenstrual y trastorno disfórico premenstrual.
Las diferencias sexuales en la microbiota intestinal también pueden contribuir a la distinción existente entre ambos sexos en los trastornos de ansiedad. Los investigadores dicen que los últimos estudios demuestran que el eje intestino-cerebro es sexualmente dimórfico en cuanto a la composición de la microbiota intestinal, lo que lleva a que las diferencias sean en puntos objetivos ulteriores, como el sistema inmunitario y el neuroendocrino, así como en la susceptibilidad a varios trastornos.
Pese a ser bien sabido que la microbiota intestinal afecta la salud y la enfermedad cerebral mediante el eje microbiota intestinal-cerebro, en el futuro será necesario estudiar los efectos de la microbiota vaginal para determinar otras influencias similares.
La función del ciclo menstrual sobre la microbiota intestinal
Los investigadores apenas empiezan a entender los efectos del ciclo menstrual sobre la microbiota intestinal. Dado que el ciclo menstrual afecta a varios trastornos gastrointestinales, incluido el síndrome del colon irritable, es preciso que los estudios futuros investiguen los efectos del ciclo menstrual sobre la microbiota intestinal y cuáles son las implicaciones para la salud femenina.
La función de la menopausia sobre la microbiota intestinal
Además de los cambios en el medio hormonal, la menopausia también conlleva alteraciones en la microbiota. Las mujeres jóvenes tienen una microbiota intestinal más diversa que sus contrapartes masculinas, pero esta diferencia sexual no se observa entre las personas adultas, lo que plantea que la falta de hormonas esteroideas en los ovarios después de la menopausia afecta a la microbiota intestinal. El microbioma vaginal cambia junto con las fluctuaciones hormonales, a medida que las mujeres se adentran en la menopausia. La reducción en los niveles de estrógeno provoca atrofia vulvovaginal y menor producción de la secreción vaginal que contiene nutrientes para sustentar la reproducción bacteriana. Por ello, en las mujeres de todo el mundo se observa un aumento en el pH vaginal después de la menopausia. No obstante, las diferencias entre el consumo previo de anticonceptivos y los antecedentes reproductivos de las mujeres que ya han atravesado por la menopausia contribuyen a la variación en la composición específica y en la diversidad de los microbios.
Futuros estudios
Los investigadores dicen que el conocimiento y entendimiento actuales muestran brechas evidentes respecto a cuánto influye la interacción entre las hormonas esteroideas, la microbiota intestinal y la microbiota vaginal sobre la salud de la que goza una mujer durante toda su vida. Los investigadores identificaron varias interrogantes de importancia en temas que ameritan estudiarse más a fondo.
Reconocimientos
El trabajo contó con el apoyo parcial del subsidio KL2 TR002379 de los Institutos Nacionales de Ciencia Clínica y Traslacional, del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales, de un premio al mejoramiento profesional otorgado por el subsidio P50 CA136393 de los Institutos Nacionales de Salud (Marina Walther-Antonio) y de los Fondos Jenkins al Presidente Distinguido en Neurociencias del Wellesley College (Marc J. Tetel). El contenido de este trabajo es de responsabilidad exclusiva de los autores y no necesariamente refleja la postura oficial de los Institutos Nacionales de Salud.
Conflicto de intereses
La Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica (inventora Marina Walther-Antonio) obtuvo una patente de «Métodos y materiales para el tratamiento del cáncer de endometrio», US10072303B2. El contenido de dicha patente se relaciona con el uso del microbioma para tratar el cáncer de endometrio. La Dra. Walther-Antonio es miembro de la junta de asesoría científica de Luca Biologics Inc. para las investigaciones relacionadas con infecciones de las vías urinarias, parto prematuro y medicina reproductiva.
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