El Trastorno Afectivo Estacional afecta principalmente a mujeres de 30 a 35 años y a personas genéticamente más susceptibles a padece problemas de salud mental.
Son muchas las personas que, durante la época invernal, comienzan a disminuir sus ganas de realizar una serie de actividades que normalmente disfrutan. Lo que puede parecer sólo una desmotivación puntual producto de lo helado de los días podría a tener respuesta en un problema de salud mental asociado al cambio de estación y, en especial, al invierno.
El trastorno afectivo estacional, o depresión invernal, hace referencia a los cambios de humor graves que experimentan algunas personas durante el otoño y el invierno, cuando hay menos exposición a la luz solar. De hecho, está directamente asociado con la melatonina, una hormona relacionada con el sueño que se produce en mayor proporción cuando los días son más cortos y más oscuros.
Jorge Fuentes, psicólogo y Director de Pranavida, plantea que esta patología es más común de lo que se cree debido a que “la luz del día es un antidepresivo natural, por lo que la disminución o falta de esta puede generar un desequilibrio importante en algunas personas que comienzan a retraerse socialmente o que sienten que se les acabó la pila, pues les cuesta mucho realizar algunas actividades”.
De acuerdo a lo que plantea el profesional, existen una serie de síntomas que podrían alertar de esta depresión. “Si bien pueden ir variando un poco los síntomas, los más frecuentes es sentir apatía, tristeza o decaimiento gran parte del día, tener muchas ganas de dormir, sentir poca energía, perder el interés por actividades que antes eran de interés, tener más dificultad para concentrarse y tener sentimientos de desesperanza, entre otros”.
El director de Pranavida es enfático en señalar la importancia de no dejar pasar estas señales, especialmente luego de habernos visto enfrentados a la pandemia. “Hay que tener claro que es norma sentirse triste unos días, pero vemos que estos sentimientos son más frecuentes, debemos poner atención. Ahora si además logramos recordar que estos se repiten todos años hay que hacerse cargo y buscar un especialista de la medicina convencional o complementaria que entregue herramientas para afrontar estos sentimientos, pues si bien puede ser un hecho estacional no debe una carga para llevar solo”, plantea Fuentes.
Equipo Prensa
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