El 20 de septiembre el Ministerio de Salud anunció la implementación de una estrategia con kits de autotest en centenares de farmacias a lo largo del país, mediante los cuales se puede realizar un autodiagnóstico y un autorreporte. Desde la Universidad de Chile analizan la efectividad de esta herramienta.
Chile inició el mes de noviembre con alrededor de 10 mil casos activos de covid-19 y una positividad que supera el 16%, cifras muy lejanas a la disminución de contagios que se vio durante las primeras semanas del mes de septiembre, donde se informó de una merma del 42% en el número de personas afectadas por el virus.
En esa fecha, y con un escenario favorable, el Ministerio de Salud lanzó la estrategia denominada “Antígeno en 3 pasos”, que buscaba complementar las medidas del Plan Seguimos Cuidándonos Paso a Paso. Así mismo, el 21 de septiembre, el Minsal anunció que desde el primero de octubre el uso de mascarillas sería completamente voluntario, a excepción en centros de salud donde se mantiene su obligatoriedad. Junto a esto, se informó que el pase de movilidad ya no sería exigido.
Para complementar las medidas, la entidad sanitaria estableció como prioridad el acceso oportuno a exámenes rápidos con el fin de agilizar y facilitar la capacidad de diagnóstico. Los test corresponden a un antígeno nasal certificado por el Instituto de Salud Pública que se encuentran disponibles desde el 20 de septiembre en más de 500 farmacias a lo largo del país (cifra que se informó en el inicio de la estrategia) por menos de $3000 pesos.
Qué dicen los especialistas
La estrategia delega en las personas la responsabilidad de llevar a cabo una serie de pasos ante la presencia de síntomas del virus respiratorio. Estos son: comprar el kit de autotest del Minsal en las farmacias adheridas, testearse y autorreportarse a través de un código QR que trae el dispositivo o por medio de los canales disponibles del Minsal.
De acuerdo con la académica e integrante del Programa de Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, doctora Vivian Luchsinger, esta prueba de antígenos resulta como “un elemento que contribuye, pero en la medida que se utilice bien”, puesto que si bien los autotest son de fácil acceso y entregan un rápido diagnóstico, detección y reporte de los casos, “tienen como limitante que son un autorreporte, por lo tanto, está limitado a que las personas realmente hagan la prueba y comuniquen el resultado. Podrían haber personas que no quieran hacerlo”.
Otro limitante importante a considerar, según la académica, es la baja sensibilidad del test en comparación al PCR, especialmente en personas asintomáticas. El exámen PCR localiza y amplifica un fragmento del material genético que, en el caso del coronavirus, es una molécula de ARN, permitiendo un resultado más certero aunque más lento (entre 6 a 78 horas). Por otro lado, el test rápido corresponde a una inmunocromatografía, moderna técnica de inmunodiagnóstico cuyas ventajas son la simplicidad y rapidez de la prueba mediante la detección de antígenos, es decir, proteínas situadas en la superficie del virus.
“Si yo no tengo síntomas y tengo un resultado negativo, no excluye completamente que pueda estar infectada (…) La sensibilidad, es decir, la capacidad de detectar los casos positivos es menor y, por lo tanto, pueden haber personas infectadas con resultados negativos”, explicó la académica de la Universidad de Chile.
Discusión sobre uso de mascarillas
En medio del aumento de casos de las últimas semanas, volvió a instalarse el debate sobre el uso del cubrebocas. El pasado 28 de octubre, el jefe del Departamento de Epidemiología del Minsal, Christian García, descartó “por el momento” volver al uso obligatorio de la mascarilla ante el aumento de los casos en el país, dado que el impacto sanitario no es importante como en otras etapas de la pandemia, por lo que su uso, “al igual que otras medidas de prevención, están en constante evaluación”.
“Si surgiera una variante que fuera más letal, más peligrosa, más contagiosa, por supuesto que se puede ir evaluando, pero hasta el momento y las proyecciones que se han establecido, no nos tienen en esos términos”, agregó.
De todas formas, algunos especialistas actualmente recomiendan el uso de esta herramienta en personas con síntomas respiratorios, en lugares de alta aglomeración, en visitas a centros de larga estadía y en medios de transportes colectivos públicos o privados.
Además, recomiendan la ventilación, vacunación y las medidas de autocuidado, junto a que los lugares cerrados realicen adaptaciones graduales para mejorar las condiciones de ventilación a largo plazo, para mantener esta flexibilidad en las medidas sanitarias.
“Yo recomendaría seguir utilizando la mascarilla en los espacios cerrados”, señaló la académica de la Facultad de Medicina, Vivian Luchsinger, explicando que esta medida ayudaría a disminuir el riesgo de contraer esta y otras infecciones respiratorias.
Equipo Prensa
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