-Montserrat Victoriano, nutricionista, investigadora y docente de la Universidad de Concepción, obtuvo un premio SOCHINUT – Gracias a la Leche 2022, para financiar su proyecto.
-La especialista resalta el hecho de que ha aumentado la cantidad de población de adultos mayores activos, al igual que los trastornos del sueño.
Un estudio nacional pretende conocer los efectos de consumir una taza de leche pre-sueño sobre la duración y calidad de este en los adultos mayores, ya que es un factor que podría tener alguna influencia, al estudiar patrones no relacionados con ansiedad, para dormir. El proyecto lo dirige Montserrat Victoriano, investigadora y docente de la Universidad de Concepción, quien obtuvo un premio SOCHINUT – Gracias a la Leche 2022, el cual tiene como objetivo, apoyar proyectos de investigación de este tipo.
La nutricionista resalta el hecho de que ha aumentado la cantidad de población de adultos mayores activos, al igual que los trastornos del sueño. “Investigaciones como esta apuntan a contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los adultos mayores. La idea es poder medir los efectos positivos que podría tener la ingesta de leche por la noche en este grupo etario”, indica.
En cuanto al concurso, Victoriano reconoció la importancia de poder contar con recursos para investigación y desarrollo en Chile, que les posibiliten generar más y mejores indicaciones. “Como nutricionistas, trabajamos con personas, quienes requieren recomendaciones en su vida. Le debemos mucho a la leche y sus derivados como humanidad y me interesa reencontrarnos con productos esenciales desde el neolítico”, destaca
Los aportes de la leche
Según detalla Victoriano, la leche posee ciertos aminoácidos, como el triptófano, que es un precursor de la melatonina, que es una hormona importante en la inducción del sueño. “Como las personas mayores tienen muchas veces cambios en las características de su sueño, pensamos en probar si efectivamente la conocida recomendación de una taza de leche antes de dormir podría mejorar la conciliación y la percepción del sueño de ellos”, expresa. Respecto a la temperatura, dice que podría influir. “Pensamos que quizá sería más aceptable tibia”, agrega.
Para la especialista es relevante que los adultos mayores no dejen de consumir leche, ya que, a este efecto positivo probable, se suman los ya clásicos, como el fortalecimiento óseo, de adquisición de proteínas esenciales, entre otros. “Tampoco deben dejarla si es que tienen intolerancia a la lactosa, puesto que hoy existen muchos productos a los que pueden acceder, que no la poseen, entregando el mismo aporte nutricional”, indica.
Duración e inconvenientes
La profesora universitaria relata que el estudio se realizará en dos zonas. Una corresponde a la ciudad de Santiago, en las comunas de Recoleta e Independencia, mientras que la segunda, abarca en la provincia de Concepción, a la ciudad y comuna homónima y a San Pedro de la Paz. “Vamos a contar con cerca de 30 personas en total, donde tendremos un grupo de control tomando leche de vaca, y otro, con una bebida que no va a tener la misma composición proteica (especie de placebo)”, añade. Respecto a su duración, el trabajo tiene establecido cerca de 2 meses.
El estudio en sí no es complejo de realizar, sin embargo, tiene ciertos inconvenientes, según relata Victoriano. “El principal problema es que los adultos, en general, toman muchos medicamentos o tienen comorbilidades que podrían afectar los resultados. Por eso queremos tener una base de personas, que conozcamos bien y que no nos causen extrañeza en los resultados, porque todos están tomando alguna cosa o sufren de alguna situación personal que podría afectar nuestras conclusiones”, indica.
¿Cómo van a saber si la gente realmente la está consumiendo?
La respuesta es simple. Con una llamada o escribiéndoles a su celular, según indica la experta. “Vamos a enviarles la leche, y contamos con un sistema de llamado y recordatorios para que la ingieran, y saber si les está haciendo bien, mal, etc. Algunos pueden tener alguna molestia gástrica o de otro tipo, que generará que a lo mejor no sea tan agradable consumirla, o que no ayude a conciliar el sueño” expresa.
La académica expresa que se utilizarán métodos de control subjetivos como la percepción de los mayores, respecto a si están o no durmiendo mejor, sumado a que ellos van cambiando las horas de sueño que van necesitando. “Es primordial conocer la calidad percibida de las horas de dormir que ellos sienten. Eso justamente queremos medir, si tienen efecto tanto en horas de sueño, o también en la calidad percibida, con despertar, o situaciones incómodas”, comenta.
Victoriano señala que también se utilizarán métodos objetivos de actividad, mediante actigrafía , que es un tipo de reloj que se colocan las personas y que les va midiendo la actividad estimando con eso los parámetros de sueño.
Los horarios
La hora en que se consume la leche afecta la capacidad de ésta para ejercer su efecto “conciliador” del sueño en el organismo. Victoriano destaca que existen estudios previos, en otros países, que muestran que las personas que la toman, por ejemplo, una hora antes de dormir, son las que podrían tener estos beneficios. “Esto tiene que ver también con el momento de la última comida. Si hay personas que comen muy temprano, en general, no tienen tanta ganancia como las que tienden a comer más tarde, cerca de cuando se van a acostar”, detalla.
La directora del proyecto señala que dichos resultados tienen que ver mucho con el Sol y su posición. “Por eso tiene que ser a esas horas. Y. en general, es bueno para toda la gente mantener cierto ritmo de equilibrio de vigilia y de sueño, es decir, estar despierto y dormir en en el horario que corresponda, porque esas son las en que el cuerpo secreta las hormonas que nos van a ayudar, por un lado a conciliar el sueño, y por otro, a estar más despiertos”, recalca.
Pasos futuros
Ya al finalizar el análisis, el equipo de Victoriano buscará publicar sus resultados, y dependiendo de estos, “ojalá presentar un proyecto más grande que nos permita probar esta hipótesis en una población más amplia o en otro tipo de personas”, detalla. Lo más probable es que también puedan escalarlo a otros grupos que pudieran tener dificultades para dormir, como pueden ser los niños, preescolares y escolares, añade.
Karen Basfi-fer, presidenta de SOCHINUT, señaló que, “estamos contentos de haber podido entregar estos premios para investigación e investigadores jóvenes en el tema de lácteos “buscando evidencia sobre su efecto en la salud” y, en conjunto con el programa Gracias a la Leche del Consorcio Lechero, ya que ha sido una oportunidad para poder unirnos y buscar evidencia de lo que significa la leche en la salud humana.
Por su parte, el gerente del Consorcio Lechero, Octavio Oltra, valoró la participación y trabajo conjunto. “Aquí generamos ciencia láctea para que nuestro sector se vea mejor y para que avancemos en la sustentabilidad y en el aporte a las personas desde la producción de alimentos”, indicó.
Equipo Prensa
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