Especialistas enfatizan en que un correcto lavado no es suficiente y que otros aspectos como la alimentación y los controles periódicos son clave.
La salud de los niños es una preocupación permanente de los padres y el cuidado de sus dientes es parte de ello. Así, es natural que al aparecer las primeras piezas surjan las dudas en torno a cómo brindarles la atención adecuada, asegurándose de que estos permanezcan blancos, limpios y sin caries. Si bien la noción más común es que un correcto cepillado basta, los especialistas advierten que para mantener una sonrisa sana se requieren más medidas ¿Cuáles son y cuándo debemos tomarlas? Desde Clínica OLA, pionera en ortodoncia invisible, entregan cinco claves para lograr que los más pequeños tengan una dentadura saludable y que los tutores estén informados sobre las edades a las que se deben realizar los controles periódicos y cuándo es el mejor momento para derivar al Ortodoncista. De este modo, se pueden prevenir e interceptar malas posiciones dentarias, disminuir el tiempo de futuros tratamientos de brackets invisibles e incluso evitar una cirugía correctiva.
Enséñales los pasos de un buen cepillado. Los adultos deben tomar un rol activo en este hábito de limpieza que es la base de la salud dental. Lo primero, es considerar que los bebés y los niños pequeños deben usar un cepillo de dientes muy suave y una pasta en gel con dosificación de acuerdo a rangos de edad. A medida que crezcan, es recomendable motivarlos con productos atractivos e incluso juegos que hagan del cepillado algo más divertido. En cuanto a los movimientos, estos deben ser circulares a lo largo de la línea de las encías en una rutina que debe repetirse al menos dos veces al día.
Deriva oportunamente al ortodoncista y realiza controles periódicos. Además de mantener una higiene profesional periódica, pues el crecimiento bacteriano exige técnicas profesionales de limpieza para mantener una dentadura sana y reluciente, se debe tener muy presente la derivación al ortodoncista de manera temprana para poder guiar las erupciones dentarias, logrando y asegurando el espacio suficiente para que los dientes no se apiñen. De este modo, un eventual tratamiento de ortodoncia lingual será aún más corto gracias a la intervención del dentista especializado en etapas iniciales.
Usa edulcorantes naturales. Se ha demostrado que el xilitol es una forma dulce de combatir las bacterias que pueden causar enfermedades dentales. Se trata de un azúcar natural que previene la caries y la enfermedad de las encías al hacer que la bacteria sea resbaladiza en lugar de pegajosa, impidiendo que se adhieran entre sí y con los dientes. Además, las bacterias no pueden producir ácido a partir del xilitol. Por eso, una buena alternativa es instaurar la siguiente dinámica: pasta de dientes con xilitol por la mañana, enjuague bucal, mentas o caramelos con xilitol tras de los snacks, para terminar el día repitiendo el primer paso.
Atención con una novedosa alternativa ¿Sabías que cepillar los dientes de tu hijo en seco y en húmedo también puede marcar una gran diferencia? Los especialistas sugieren que esto permite ver el área que ya ha sido abarcada, o las zonas que pueden estar inflamadas, sin que la visión se vea obstaculizada por la pasta espumosa. Asimismo, se puede reducir la acumulación de placa en los dientes y masajear de manera óptima las encías. En definitiva, las pastas dentales brindan propiedades para combatir las bacterias que ayudan a proteger contra las caries, pero el cepillado en seco también ofrece una serie de beneficios para la salud bucal. Sumado a lo anterior, se pueden utilizar pastillas reveladoras de placa que evidencian las zonas con más bacterias acumuladas para poder fortalecer las zonas menos cepilladas en la rutina de higiene dental.
Evita el jugo de frutas en los menores de un año. Si bien los conoce por ser nutritivos, entidades de pediatría han recomendado que los menores de un año no tomen jugos de fruta naturales, debido a su alta concentración de azúcar que puede provocar caries. Lo que ocurre es que las bacterias dentro de la boca se alimentan de esta sustancia, creando como subproducto un ácido que puede erosionar la superficie de los dientes. Por eso, la recomendación es que coman fruta fresca o bien otras bebidas indicadas por el médico mientras no hayan superado los 12 meses.
Equipo Prensa
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