La llegada de la primavera, con su aumento de la luz solar y temperaturas más cálidas, suele ser recibida con alegría por muchas personas. Sin embargo, para algunas, este cambio estacional puede desencadenar un tipo específico de depresión conocida como «depresión estacional de primavera».
La depresión estacional de primavera, la cual se estima que afecta a cerca de un 10% de la población, es un trastorno del estado de ánimo que ocurre principalmente durante la transición de invierno a primavera y se caracteriza por síntomas similares a los de la depresión mayor, como tristeza profunda, fatiga, pérdida de interés en actividades placenteras, cambios en el apetito y problemas para dormir. Sin embargo, a diferencia de la depresión invernal, que ocurre en los meses más oscuros y fríos, la depresión estacional de primavera surge con la llegada de la luz y el aumento de la actividad al aire libre.
De acuerdo al psicólogo y Director de Pranavida, Jorge Fuentes, “esta es una alteración que se genera por el cambio de luz y, por lo tanto, se trata de afectación temporal que requiere de un reacomodamiento del organismo. Ahora, si por algún motivo una persona ya se encuentra con síntomas propios de una salud mental debilitada, es muy probable que esto se acentúe y ya no hablemos de algo pasajero, sino de un padecimiento que debe ser abordado por una terapeuta o profesional”.
En este sentido, Fuentes detalla que dentro de los síntomas se puede encontrar “la tristeza persistente, fatiga y disminución de la energía, cambios en el apetito y el peso, dificultad para concentrarse, pérdida de interés en actividades cotidianas, aumento de la irritabilidad, problemas para dormir o dormir en exceso y sentimientos de inutilidad o culpa”.
Pero ¿qué podemos hacer si nuestra salud mental se vio afectada con el cambio de estación? El profesional entrega los siguientes consejos:
Busca Ayuda Profesional: “Si experimentas síntomas de depresión estacional de primavera, no dudes en consultar a un profesional de la salud mental. La terapia y, en algunos casos, la medicación puede ser eficaz.”
Mantén una Rutina Saludable: “Intenta mantener una rutina regular de sueño, alimentación y ejercicio. La actividad física al aire libre puede ser especialmente beneficiosa durante la primavera”.
Luz Natural: “Aprovecha la luz del sol. La exposición a la luz natural puede ayudar a regular el reloj biológico y mejorar el estado de ánimo. Pasear al aire libre, especialmente por la mañana, puede ser útil”.
Conexiones Sociales: “Mantén contacto con amigos y familiares. El apoyo social es fundamental para afrontar la depresión”.
Por otro lado, Jorge Fuentes plantea la necesidad de tener herramientas para poder acompañar a las personas de nuestro entorno que puedan estar siendo afectadas por la depresión estacional de invierno y ser un aporte real.
Escucha con Empatía: “Presta atención a la persona que muestra síntomas y escúchala sin juzgar. La empatía es clave para el apoyo emocional”.
Ofrece Apoyo Práctico: “Ayuda con tareas cotidianas si es necesario y anima a la persona a buscar ayuda profesional”.
Anima la Búsqueda de Ayuda Profesional: “Incentiva a la persona a hablar con un terapeuta o médico. Ofrece acompañamiento en el proceso si es necesario”.
Sé Paciente: “La recuperación puede llevar tiempo. Sé paciente y comprensivo durante el proceso”.
La depresión estacional de primavera es un desafío real para quienes la experimentan, pero con el apoyo adecuado, el tratamiento y el autocuidado, es posible superarla. Si tú o alguien cercano muestra signos de esta condición, recuerda que no estás solo y que el apoyo está disponible. La atención y el cuidado son fundamentales para abordar esta condición de manera efectiva.
Equipo Prensa
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