Decaimiento permanente, aumento en la frecuencia de la orina, incremento en la sensación de sed y pérdida de peso son los síntomas más habituales de quienes padecen esta patología, cuya prevalencia va en sostenido aumento en nuestro país.
La diabetes se ha transformado en una de las enfermedades crónicas que afecta a más personas en el mundo, y en Chile no es la excepción. Se estima que cerca del 14% de nuestra población presenta esta patología y que más de la mitad de los pacientes que lo padecen han sido diagnosticados tarde, lo que representa un grave problema de salud pública para el país.
Según explicó el doctor Verner Codoceo, diabetólogo y médico internista de Clínica MEDS, “es la falta de control que tiene el paciente frente a los niveles de glucosa en la sangre, que es lo que la gente le llama el azúcar. De tal manera, la persona pierde la capacidad de controlar sus niveles de glucosa. El origen de esta falta puede ser múltiple y puede venir de una alteración en el mecanismo de la insulina, que es la hormona que está a cargo de controlar los niveles de glucosa”.
El doctor Codoceo agregó que “esta insulina puede faltar en el cuerpo. El páncreas, que es el órgano que produce la insulina, puede estar alterado y no producirla. De tal manera que llega la glucosa y no tiene quién la controle. O por otro lado, tenemos la posibilidad de que esta insulina realmente exista y tiene la alternativa de estar normal pero que cada célula del cuerpo no lo reconozca, lo que la gente suele llamar resistencia a la insulina”.
Respecto a los síntomas que están asociados a esta patología, el especialista en diabetología aseguró que “se tienen que llegar a entender por el acumulo de la glucosa en la sangre. Si tengo mucha glucosa en la sangre va a ver un estado en que la sangre seguramente no va a poder perfundir bien los tejidos y uno tiene una sensación de agotamiento o de decaimiento. Cuando esa sangre se filtre por los riñones, que es el órgano que filtra la sangre para botar lo que ya no se ocupa, también va a salir azúcar. De esa manera, vamos a tener que los síntomas en la diuresis sean muy frecuentes”.
Dentro de las manifestaciones más comunes de esta enfermedad, el médico de Clínica MEDS aseguró que “cuando la cantidad excesiva de orina se hace más de lo adecuado y más de lo normal, al perder mucha agua por la orina, uno tiene mucha sed y es otro síntoma cardinal. Si vamos avanzando en el tiempo y estamos perdiendo azúcar por la orina, vamos a notar que tenemos una baja de peso. Todos estos síntomas son tardíos y por eso es importante considerar los factores de riesgo que nos llevan a esta enfermedad”.
En relación a la prevalencia de esta enfermedad, el doctor Codoceo aseguró que “hay que saber que uno tiene la posibilidad de llegar a ser diabético porque en la familia hay gente con diabetes; los padres, los abuelos, los hermanos. Si tenemos ciertas características dentro de nuestra infancia como el aumento de peso o la aparición de una franja oscura en el cuello, en los codos o en las axilas, ya habla que viene una dificultad en el manejo de la insulina que se transformará en diabetes. Eso se llama acantosis nigricans”.
“En las mujeres, el hecho de tener unos ciclos menstruales irregulares, se puede encontrar un ovario poliquístico, y ese también es uno de los síntomas que podrían ayudar a pensar que a futuro puede haber diabetes”, complementó el facultativo.
Frente a la importancia que tiene la alimentación para enfrentar esta enfermedad, el especialista afirmó que “primero, hay que entender que nuestro organismo tiene problemas para manejar los azucares y eso viene principalmente de la dieta. Por lo tanto, la alimentación es un capítulo fundamental en el tratamiento del buen diabético. Segundo, uno come los hidratos de carbono con el propósito de hacer uso de ellos generando energía, y si yo como pero no genero la necesidad del gasto, eso va a estar en redundancia. Uno debe hacer actividad física para justificar el ingreso de los hidratos de carbono que ha ingerido”.
En relación a las terapias existentes, el médico diabetólogo de Clínica MEDS manifestó que “existe todo un protocolo en el que uno puede apoyarse en fármacos como la metformina y otros medicamentos que incentivan la salida de insulina. Finalmente, cuando uno ya ve que todos estos fármacos que necesitan la existencia de la insulina dentro del cuerpo no dan resultados, tenemos que pensar la necesidad estricta de insulina, que no es un castigo ni un final. Es básicamente saber que el paciente no tiene capacidad suficiente de insulina y hay que aportársela”.
Equipo Prensa
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