Según las Perspectivas de la Población Mundial 2022, la población mayor de 65 años crece más rápidamente que la población por debajo de esa edad. Es decir, la población envejece rápidamente y el bienestar de las personas mayores se ha convertido en una prioridad como sociedad. Este bienestar se traduce en mantenerse activos con el paso de los años.
“Primero es importante entender que mantenerse activo no es sólo físicamente activo, sino también cognitiva y socialmente activo, es decir, tener una rutina semanal con diversidad de actividades de interés que nos permita estimular las diferentes dimensiones del ser humano. Lo anterior, nos permite mantener nuestro desempeño cotidiano, favoreciendo nuestra salud y bienestar.”, explica la terapeuta ocupacional y académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de los Andes, Antonia Echeverría.
Las personas mayores que continúan participando en actividades físicas, sociales y cognitivas muestran una mejor calidad de vida, especialmente aquellos que encuentran actividades que les brindan satisfacción, autonomía e independencia.
“Sabemos que la actividad física es primordial en todas las etapas del ciclo vital. Lo mismo con mantenerse cognitiva y socialmente activo, y emocionalmente sano. La principal diferencia que tiene en términos de los beneficios entre un joven a una persona mayor, es que estos últimos empiezan a perder roles durante la vejez, por tanto, tienen “menos obligaciones”, espacios de participación social y actividades que el resto, por tanto, la diversidad de la rutina es fundamental para mantenerse sanos, porque estando sanos, pueden tomar la decisión de qué quieren hacer con sus vidas, y esa autonomía de dirigir/conducir la vida hacia un propósito es sustancial en la vida humana.”, agrega la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional UANDES.
Consejos para un envejecimiento saludable
En este sentido, Antonia Echeverría, entrega algunas recomendaciones útiles para mantener activas a las personas mayores que nos rodean.
- Ejercicio físico adaptado: Realizar caminatas diarias, ejercicios de fuerza moderada y actividades de bajo impacto como yoga o natación.
- Estimulación cognitiva: Participar en juegos de mesa, rompecabezas, lectura y aprender nuevas habilidades o tecnologías.
- Actividades sociales: Unirse a grupos de interés, voluntariado o actividades comunitarias que promuevan la interacción.
- Cuidado de la salud mental: Practicar técnicas de relajación como mindfulness o meditación para reducir el estrés.
“Mantener a las personas mayores participando también promueve su independencia, retrasando la necesidad de cuidados a largo plazo y mejorando su autoestima. «La clave está en adaptar las actividades a las capacidades de cada persona y asegurarse de que se sientan seguras y motivadas para participar«, concluye la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de los Andes.
Equipo Prensa
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