Hasta un 29% de las personas entre los 12 y 34 años se exponen a diario a sonidos que exceden los niveles considerados “normales”. Los especialistas en salud auditiva advierten que una exposición prolongada a sonidos que superen los 80 o 90 decibelios podría causar pérdida parcial o incluso total de la audición.
Según el estudio Engaging with Music, realizado anualmente por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) para conocer los hábitos de consumo musical alrededor del mundo, en 2023 se escucharon en promedio unas 20,7 horas semanales de música por persona, superando las 20,1 horas registradas anteriormente.
Un dato que llama la atención: más de un 70% de los encuestados aseguró que la música es fundamental para su salud mental, mientras que un 78% cuenta que les ayuda a enfrentar el estrés.
Pero así como aumenta el tiempo de consumo de música, también crece una amenaza: los casos relacionados a la pérdida de audición en el mundo no paran de crecer. ¿Qué tan perjudicial puede ser el estar expuesto a esas canciones a todo volumen?
De acuerdo a un estudio publicado en 2023 por BMJ Global Health, entre 670 y 1.350 millones de jóvenes en todo el mundo están en riesgo de perder su audición. Al mismo tiempo, el 24% de las personas de entre 12 y 34 años que usan auriculares y prácticamente el 50% de los que frecuentan lugares de ocio como festivales de música o fiestas corren el riesgo de sufrir daños auditivos. Y es que los jóvenes son los que menos se cuidan cuando se trata de su salud auditiva.
De hecho, entre el 18% y el 29% de los jóvenes se exponen a diario a sonidos que exceden los niveles considerados “normales”. Los expertos en la materia advierten que una exposición prolongada a sonidos que superen los 80 o 90 decibelios podría causar pérdida parcial o incluso total de la audición.
“Es importante explicar que el nivel de ruido en lugares como festivales suele rondar los 104-112 decibelios, cifras muy alejadas de los 60 decibelios que se consideran seguros y muy cercanos a los 120 decibelios de un taladro”, comenta la fonoaudióloga de GAES Chile, Constanza Carrero. Lo anterior se ve agravado por el uso de audífonos inalámbricos de inserción, los que perjudican con altos niveles de música dentro del oído.
“Lo que ocurre con estos niveles de ruido es que pueden ocasionar daño en las células ciliadas, que son transductores muy sensibles para la audición y que nos permiten escuchar correctamente. Ante la exposición a sonidos fuertes, se puede manifestar fatiga, tinnitus —el zumbido auditivo típico que suele producirse tras un concierto— e incluso, pérdida auditiva temporal”, agrega la especialista médica.
Normalmente, estas células se recuperan y desaparecen los síntomas, pero nuevos estudios sugieren que la constante exposición a sonidos fuertes puede derivar en una pérdida de la audición permanente, una situación que disminuye la calidad de vida y que está correlacionada con la probabilidad de aislación social, depresión y demencia.
Cómo proteger tus oídos y prevenir la disminución auditiva
A la hora de prevenir la pérdida auditiva, es importante tener en cuenta no solo los niveles de sonido, sino también el tiempo de exposición y frecuencia. Desde GAES, la compañía experta en soluciones auditivas, recomiendan:
Usar la regla 60/60: no utilizar los aparatos insertables en el oído más de 60 minutos al día y no superar el 60% del volumen al que pueden funcionar.
Chequeos auditivos de manera regular: Ya que se desarrolla de manera lenta con el tiempo, la mayoría de las personas no sabe si presenta pérdida auditiva. Es por esta razón que es tan importante chequear sus niveles de audición con un especialista.
Usar protectores auditivos o tapones al momento de asistir a un concierto: Además, evitar situarse cerca de los altavoces, ya que si se está muy cerca, el riesgo auditivo aumenta exponencialmente.
Equipo Prensa
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