Durante la temporada estival, las actividades acuáticas, ya sea en el mar o en la piscina, son una de las principales formas de disfrutar del buen clima. Sin embargo, estás pueden tener efectos adversos en la salud de la piel si no se toman las precauciones adecuadas.
La llegada del verano trae consigo días de sol, diversión en la playa y en la piscina, pero también puede ser un reto para la salud de nuestra piel. La combinación de exposición al sol, agua salada y/o cloro puede tener efectos perjudiciales si no tomamos las precauciones adecuadas. Dermatólogos de Dove alertan sobre los riesgos y entregan los mejores consejos para mantener nuestra piel saludable y protegida.
El impacto del agua salada en la piel
El agua salada del mar u océano, aunque tiene propiedades purificadoras y puede ayudar a limpiar la piel de impurezas, también puede provocar otros efectos no tan deseados. La sal tiene un alto poder deshidratante, lo que significa que cuando la piel está expuesta al agua salada durante largos periodos, puede perder su humedad natural y volverse más seca.
Expertos indican que la exposición prolongada al agua salada puede contribuir a la pérdida de elasticidad de la piel, lo que puede causar arrugas prematuras y un envejecimiento acelerado. Por ello, es fundamental que, después de una jornada exposición, se enjuague bien la piel con agua dulce para eliminar los restos de sal y se utilicen productos hidratantes, como los jabones Dove que tienen propiedades humectantes y un pH amigable con nuestra piel lo que contribuye a su restauración.
Los efectos del cloro en la piel
El uso frecuente de piscinas con alto contenido de cloro puede causar que la piel pierda sus aceites naturales, lo que resulta en una sensación de tirantez o aspereza. Además, las personas con piel sensible o condiciones cutáneas preexistentes pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas debido al contacto con el cloro.
Para minimizar estos efectos, los dermatólogos de Dove recomiendan enjuagar el cuerpo con productos de alto contenido humectante inmediatamente después de nadar en piscinas tratadas con cloro para eliminar cualquier residuo químico.
Consejos para mantener la piel protegida durante actividades acuáticas
Para proteger la piel durante el verano, es importante seguir una rutina de hidratación constante. Antes y después de estar en el agua se recomienda aplicar productos que sean hidratantes para nuestra piel.
También, recordemos que las axilas son piel y sufren con la deshidratación del agua en verano. Los antitranspirantes Dove cuentan con ¼ de crema humectante para proporcionarle el cuidado necesario, siendo el desodorante Dove Clinical una excelente opción ya que no solo brinda protección, sino que también cuida e hidrata la delicada piel de las axilas.
Además, utilizar ropa adecuada para la protección solar, como trajes de baño con protección UV, es una excelente opción para mantener la piel protegida, sobre todo cuando se pasa mucho tiempo al sol o en el agua. Estos simples hábitos ayudarán a mantener la piel saludable y protegida durante todo el verano.
Equipo Prensa
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