El sol y el calor extremo pueden aumentar la pérdida de agua, lo que puede llevar a un envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de quemaduras solares. El Dr. Jorge Díaz, cirujano plástico de Clínica Bosque Norte y presidente de la Sociedad Chilena de Medicina y Cirugía Estética (Sochimce), entrega consejos básicos y desmiente los principales mitos.
Sol, calor y días más largos son las principales características del verano, junto a la invitación a disfrutar de mayores actividades al aire libre. Y aunque no es tan evidente, esta época también pone a prueba nuestra piel, que se enfrenta a la deshidratación provocada por la exposición solar, el sudor y las altas temperaturas.
El sol y el calor extremo no sólo aumentan la pérdida de agua en el cuerpo, sino también en la piel. La radiación ultravioleta (UV) daña la barrera protectora cutánea, dificultando su capacidad para retener agua. Esto no solo causa sequedad, sino que también puede llevar a un envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de quemaduras solares.
Por eso, la recomendación de expertos como el Dr. Jorge Díaz, médico cirujano y presidente de la Sociedad Chilena de Medicina y Cirugía Estética (Sochimce), es aprovechar los beneficios del sol, pero al mismo tiempo, cuidar la hidratación de la piel durante esta temporada, distinguiendo entre los mitos y las verdades que rodean este tema, entre ellos:
Los aceites hidratan la piel: Muchas personas optan por el uso de aceites creyendo que son más eficaces, pero el Dr. Díaz explica que aunque estos productos pueden dar la sensación de suavidad y brillo, no aportan hidratación a la piel. “La hidratación proviene del agua, y los aceites simplemente crean una barrera que reduce la pérdida de humedad. Usar aceites sin una base hidratante puede incluso agravar la sequedad”.
Los productos caseros son igual de efectivos que los dermatológicos: Aunque aplicar remedios caseros como aloe vera directo de la planta, yogur o miel puede sonar saludable, el experto aclara que no siempre es seguro. “La falta de control en la composición y la posible contaminación pueden causar irritaciones o reacciones adversas. Es mejor optar por productos formulados específicamente para el cuidado de la piel”, recomienda.
Beber agua es suficiente para mantener la piel hidratada: Si bien el consumo adecuado de agua es crucial para la salud en general, no basta para combatir la deshidratación cutánea causada por factores externos como el sol o el viento. “La piel también necesita cuidados tópicos y productos específicos según su tipo para mantenerse saludable”, dice el experto. “Además, el sudor que genera el calor puede eliminar los aceites naturales que protegen la piel, dejándola más vulnerable. Por eso, es fundamental combinar una buena hidratación interna con productos adecuados y tratamientos que ayuden a recuperar la salud cutánea.
Consejos para mantener la piel hidratada y protegida en verano
Para prevenir problemas y visitas urgentes al médico, el Dr. Díaz entre los siguientes consejos a quienes deseen cuidar su piel:
Elegir cremas hidratantes adecuadas: “Hay que elegir productos con ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o ceramidas, que ayudan a atraer y retener la humedad. Si la piel es grasa, se puede optar por fórmulas ligeras y no comedogénicas”, dice.
Incorporar protectores solares hidratantes: Los protectores solares con propiedades hidratantes cumplen una doble función: proteger la piel de los rayos UV y mantener su hidratación. “No olvidar su reaplicación cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar”.
Hidratar desde adentro: Aunque no sea suficiente por sí solo, beber al menos dos litros de agua al día es una parte esencial del cuidado de la piel. “Aprovechando el verano, este punto se puede complementar con alimentos ricos en agua como sandía, pepino y naranjas”, señala el experto.
Explorar tratamientos estéticos: La mesoterapia, que consiste en la aplicación de vitaminas, minerales y ácido hialurónico directamente en la piel, es una excelente opción para revitalizar y mejorar la hidratación cutánea. “Si queremos incluirla en la rutina, optar siempre por profesionales capacitados y que cuenten con todas las medidas de seguridad correspondientes”, dice.
Evitar duchas muy calientes: El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel e intensificar la sequedad. “Es mejor elegir duchas tibias y utilizar jabones suaves”.
Para el Dr. Jorge Díaz, mantener la piel hidratada es clave para prevenir daños solares. “Una piel protegida tiene una barrera cutánea más fuerte, lo que mejora su capacidad para protegerse de los rayos UV. Sin embargo, esto no reemplaza el uso de protector solar, que sigue siendo la primera línea de defensa contra las quemaduras y el envejecimiento prematuro”, concluye.
Equipo Prensa
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