En la antesala del Día Internacional de la Mujer, el país ha avanzado en derechos, aunque la inequidad sigue presente en múltiples dimensiones: en lo que va de este año más de 5 mil mujeres han sido beneficiarias del permiso de Post Natal Parental, versus solo 3 hombres, según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso).
Mathilde Cordier-Hüni, Directora de Negocios de Kabeli, con más 10 años de experiencia en el mundo tecnológico, comparte su análisis sobre esta realidad, destacando los desafíos y soluciones necesarias para un entorno laboral más equitativo. Por su experiencia liderando equipos de trabajo, la ejecutiva explica que la inequidad y otras situaciones derivadas afectan a las mujeres de forma transversal en toda industria, y no exclusivamente en el ámbito TI.
“Chile ha avanzado. Sin embargo, la discriminación hacia trabajadoras embarazadas sigue siendo común. Aunque el Código del Trabajo prevé protecciones específicas, no siempre son respetadas por los empleadores”, comenta la ejecutiva.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi el 52% de las mujeres chilenas han experimentado alguna forma de discriminación en el trabajo, y muchas de ellas señalan el embarazo o maternidad como factor determinante.
¿RENUNCIAS FORZADAS?
La especialista ha recogido testimonios de trabajadoras en los sectores tecnológico y financiero, indicando que algunas empleadas embarazadas ven cómo su carga de trabajo baja gradualmente, su acceso a proyectos estratégicos se restringe y sus oportunidades de crecimiento profesional se bloquean. Según la ejecutiva, el acoso laboral puede adoptar diversas formas: presión psicológica, críticas injustificadas, reducción de responsabilidades, falta de ajustes adecuados e incluso una exclusión progresiva que puede culminar en un despido encubierto, una renuncia forzada e incluso verse en la necesidad de recurrir a un autodespido, bajo el riesgo de perder sus derechos de maternidad.
Un fenómeno aún más preocupante es el denominado “acoso moral” post-licencia de maternidad, en el que algunas empleadas pueden llegar a ser percibidas como «menos comprometidas» con su trabajo, colocándolas en una situación de vulnerabilidad profesional.
Como experta en reclutamiento y líder empresarial en tecnología, Cordier-Hüni precisa que «es muy frecuente ver a trabajadoras talentosas ser marginadas simplemente porque se convierten en madres. No es un problema aislado, es un sistema que sigue excluyendo a las mujeres bajo el pretexto de la ‘productividad’ o la ‘falta de disponibilidad’”, explica.
CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES
Para las trabajadoras, los efectos de estas discriminaciones suelen incluir estrés, ansiedad, pérdida de confianza e incluso problemas de salud mental. Para muchas, significa abandonar una carrera construida con esfuerzo y compromiso.
En un mundo laboral en constante cambio, la diversidad y la inclusión son factores clave de rendimiento, por lo que la exclusión también es una pérdida para las organizaciones.
«Las empresas que apoyan la maternidad y crean un entorno inclusivo logran una mayor retención de talento, mejor productividad y una imagen corporativa más sólida. Aquellas que continúan excluyendo a las mujeres en realidad están tomando una decisión contraproducente a largo plazo”, advierte la experta.
Para abordar estos problemas y garantizar verdadera igualdad de oportunidades, Mathilde Cordier-Hüni sugiere adoptar 5 medidas:
- Fortalecer los controles y sanciones: Muy pocas empresas enfrentan sanciones reales por discriminación. Se requieren inspecciones más rigurosas y sanciones económicas más severas.
- Asesoramiento legal y apoyo: Muchas mujeres desconocen sus derechos o temen presentar una denuncia. Se deben reforzar los programas de asesoramiento legal.
- Cambio de mentalidad en las empresas: Es crucial sensibilizar a los empleadores sobre el valor de las trabajadoras embarazadas y las madres jóvenes, quienes siguen siendo profesionales competentes y comprometidas.
- Mayor visibilidad para las mujeres en sectores subrepresentados: La tecnología, por ejemplo, carece de figuras femeninas influyentes. Una mayor representación ayudaría a combatir los estereotipos y alentaría a más mujeres a afirmarse profesionalmente.
- Fomentar políticas de flexibilidad e igualdad salarial: Muchas empresas utilizan el argumento de la «disponibilidad» para frenar el avance profesional de las mujeres. Sin embargo, la evolución del teletrabajo y los horarios flexibles demuestra que es posible conciliar carrera y maternidad sin penalizar a los talentos.
Los avances legislativos y sociales aún no garantizan una igualdad real en el mercado laboral. El acoso y la discriminación maternal son realidades que debemos denunciar, combatir y corregir.
«Las mujeres deben saber que tienen derechos y que pueden luchar por ellos. Es esencial documentar cualquier forma de acoso, buscar apoyo, nunca rendirse y tener en cuenta que no estamos solas. Es fundamental que el gobierno, las empresas y la sociedad civil trabajen juntos para erradicar estas situaciones”, finaliza Mathilde Cordier-Hüni.