La baja percepción de riesgo frente a la influenza y el COVID-19 podría aumentar los contagios y complicaciones este invierno. La vacunación y las medidas de prevención siguen siendo clave.

8 de abril de 2025.- Comenzó el otoño y aunque aún no llegan los meses más fríos, el riesgo de contagios de enfermedades respiratorias como la influenza y el COVID-19 ya es preocupación en atención al bienestar de la población.

Fue la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la entidad que alertó la alta circulación de virus respiratorios en el hemisferio norte, con aumentos en la atención y hospitalizaciones, información que motivó que en Chile se adelantara la campaña de inmunización, medida que no ha mostrado los resultados esperados.

Se estima que la percepción de riesgo ha disminuido en la población, lo que podría derivar en un alza de casos y complicaciones en grupos vulnerables, como adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.

Y es que la relajación de las medidas preventivas y la falta de vacunación oportuna pueden generar un impacto en la salud pública. “Aunque el COVID-19 ya no es una emergencia global, sigue circulando y puede causar cuadros graves, especialmente en quienes tienen defensas bajas. A esto se suma la influenza, que cada año produce hospitalizaciones y complicaciones que pueden ser evitables con vacunación y prevención”, explica la doctora Nancy Fontana, médica general de Cordillera Interclínica.

No dejar de vacunarse
Hace unos días se dio a conocer que pese a la disponibilidad gratuita de vacunas contra la influenza y el COVID-19 para personas de grupos prioritarios, la inmunización avanza con lentitud. “Ello puede deberse tanto a la fatiga pandémica: muchas personas se hastiaron de todo el proceso de inoculación periódica; pero también se advierte una cierta percepción de riesgo menor frente a los virus estacionales, en parte porque aún tenemos buen tiempo en gran parte del país”, acota la Dra. Fontana.

Pacientes con enfermedades crónicas, embarazadas y adultos mayores, además del personal de la salud, tienen derecho a inmunizarse gratuitamente contra la influenza. En el caso del COVID-19, se suman las personas inmunosuprimidas y los cuidadores de adultos mayores y funcionarios de Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM).

Las vacunas son fundamentales para reducir el impacto de estas enfermedades en la población, especialmente en los grupos más vulnerables como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, explica la especialista: “No sólo fortalecen el sistema inmunológico, sino que también disminuyen la gravedad de los cuadros clínicos y reducen la transmisión de virus como la influenza y el COVID-19”.

Además, añade, ayudan a evitar complicaciones graves, hospitalizaciones y saturación del sistema de salud: “No olvidemos que la inmunización no solo protege a quien se vacuna, sino que también contribuye a la defensa colectiva, reduciendo el riesgo de brotes epidémicos”, explica la doctora de Cordillera Interclínica.

Medidas preventivas
Según comenta el doctor Nicolás Bastian, médico general de Tarapacá Interclínica, además de inmunizarse, es necesario mantener todas aquellas medidas que con tanta dedicación se aprendieron en pandemia: “Lavarse las manos con frecuencia, ventilar los espacios cerrados, usar ropa adecuada para el clima, utilizar mascarilla en ambientes cerrados o muy concurridos y adoptar hábitos de higiene al toser o estornudar”, detalla.

Además, es indispensable no caer en prácticas riesgosas “y tan arraigadas en muchos hogares, como la automedicación, consultando con un especialista ante síntomas de una enfermedad respiratoria”, sostiene el Dr. Bastian.

Si los síntomas se vuelven más graves, como dificultad para respirar, fiebre que no remite por más de tres días o se advierte un deterioro general acelerado en el paciente, es necesario acudir a urgencias, señala el especialista, más aún si la persona pertenece a los grupos de riesgo antes mencionados: “Ojalá la familia tenga ya identificado un centro de salud que le sea cercano y en el cual confíe por su experiencia y capacidad resolutiva, donde haya especialistas e infraestructura que le den confianza para recibir una atención eficaz y efectiva”.

No se debe subestimar estos virus y la temporada que se acerca, concluye el doctor:  “Una persona puede sentirse fuerte ante la influenza o el COVID-19, pero aún así contagiar a alguien más vulnerable. La prevención es una responsabilidad compartida y con medidas adecuadas y conciencia del riesgo, es posible reducir el impacto de estas enfermedades en la comunidad y proteger la salud de todos”.

Sobre Interclínica

Interclínica es una red nacional de clínicas médicas, cuyo objetivo es ofrecer un servicio privado de salud a la gran mayoría de la población, confiable y cálido. En los últimos años ha logrado consolidar el funcionamiento de sus cuatro recintos asistenciales: Tarapacá Interclínica (Región de Tarapacá), Clínica Nueva Cordillera (Región Metropolitana), Los Carrera Interclínica y Los Leones Interclínica (Ambas en la Región de Valparaíso). Recientemente, se sumó San José Interclínica en la Región de Arica y Parinacota. Tras ello, su meta es crear una red de clínicas en las regiones más pobladas del país, para convertirse en la mejor alternativa privada para los sectores medios y medios bajos beneficiarios del Fondo Nacional de Salud (FONASA) y de la previsión de salud privada (ISAPRES). Más información en https://interclinica.cl/

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