Aunque muchos lo atribuyen a la edad, el descenso en la energía, vitalidad y el deseo sexual puede tener otra causa: la falta de nutrientes esenciales. Zinc, magnesio y vitamina D son claves en la producción de la hormona masculina y su déficit silencioso está afectando la sexualidad de miles de hombres.
MAYO, 2025.- Aunque cueste reconocerlo, la virilidad también depende de lo que comemos, cuánto dormimos y qué tan bien manejamos el estrés. El clásico “yo estoy bien” ha sido una trampa para muchos hombres que ven afectada su energía, deseo sexual, masa muscular y hasta su estado de ánimo sin entender por qué. La ciencia es clara: la masculinidad, más allá de una actitud, también es una cuestión bioquímica. Y en esa ecuación, los micronutrientes juegan un rol clave.
La testosterona —la principal hormona sexual masculina— comienza a disminuir en torno a los 30 años, a una tasa de entre 1% y 2% anual. Esta caída, lejos de ser solo una cifra, se traduce en síntomas que muchos hombres naturalizan o atribuyen simplemente a “la edad”. Pero, como afirma Pedro Grez, autor del método nutricional que lleva su apellido y fundador de la primera línea chilena de suplementos de etiqueta limpia, “la edad no es el problema, el problema es cómo la enfrentas. Si mantienes tu cuerpo con lo que necesita, puedes tener 50 y sentirte como de 30”.
Y lo que el cuerpo necesita, en muchos casos, son micronutrientes esenciales. Deficiencias en zinc, magnesio o vitamina D, por ejemplo, se han relacionado directamente con una menor producción de testosterona, lo que afecta el deseo sexual, la función eréctil, la fertilidad y hasta la salud mental del hombre. De hecho, estudios han demostrado que niveles bajos de zinc pueden reducir la testosterona en más del 75%.
Además del déficit nutricional, el estilo de vida moderno suma obstáculos: poco descanso, mucho estrés, sedentarismo y grasa abdominal excesiva. Todos estos factores se asocian con una menor producción hormonal, más cortisol (la hormona del estrés) y un sistema en constante fatiga. “No se trata de tener abdominales marcados, sino de tener un metabolismo que funcione como debe”, recalca Grez.
Frente a esta realidad, es importante destacar que la incorporación adecuada de ciertos nutrientes a la dieta puede ayudar a mitigar o revertir parcialmente estos efectos. Se ha demostrado que los siguientes micronutrientes aportan a la salud sexual masculina:
– Taurato de Magnesio: favorece la relajación muscular y la producción hormonal equilibrada.
– L-Arginina HCL: estimula la producción de óxido nítrico, mejorando el flujo sanguíneo.
– Extracto de Ginseng: reconocido adaptógeno, ayuda a reducir el estrés y aumentar la vitalidad.
– Ácido D-Aspártico: involucrado en la regulación natural de los niveles de testosterona.
– Ortiga y Pepa de Calabaza: utilizados tradicionalmente para apoyar la salud prostática y hormonal.
– Extracto de Guaraná: contribuye a la energía y enfoque mental, beneficiosos para la actividad sexual.
– Bisglicinato de Zinc, Vitamina K2 y D3: esenciales para la producción hormonal y el mantenimiento de niveles saludables de testosterona.
Una alimentación equilibrada es clave para mantener niveles saludables de testosterona y una buena salud sexual masculina. El zinc se encuentra en alimentos como ostras, carne de res magra, semillas de calabaza, garbanzos y nueces. El magnesio está disponible en espinacas, almendras, paltas, plátanos y chocolate alto en cacao. La vitamina D se puede incorporar a través del consumo de pescados grasos como el salmón o las sardinas, la yema de huevo, el hígado y algunos champiñones, además de productos fortificados como leches o jugos.
Incluir estos alimentos en la dieta diaria podría contribuir al equilibrio hormonal, el problema es que los alimentos no aportan la misma cantidad de nutrientes que antes, por lo que habría que consumirlos en demasía para notar sus efectos. Según Grez, “el problema es la carencia de nutrientes que dejamos acumular sin darnos cuenta. Cuando los niveles de testosterona bajan, también lo hace la motivación, el rendimiento y la confianza”.
Frente a esta realidad, es que recurrir a suplementos alimenticios resulta necesario. En ese contexto, GREZ incorporó TESTO-VITAL a su línea de productos, el cual está formulado para ayudar a recuperar el equilibrio hormonal masculino. Se trata de una combinación de taurato de magnesio, L-arginina, extracto de ginseng, ácido D-aspártico, ortiga, guaraná, zinc, vitamina K2 y D3, busca apoyar no solo la producción de testosterona, sino también mejorar la energía, el rendimiento físico y la salud sexual.
“Si los hombres supieran el impacto que tiene una buena nutrición en su virilidad, la priorizarían tanto como el gimnasio”, concluye Pedro Grez. La masculinidad no se mide solo por fuerza o potencia, sino también por cómo cuidamos el cuerpo que nos permite vivir con vitalidad y plenitud.
Es momento de desterrar los mitos y aceptar que el macho también necesita nutrirse. Porque lo que está en juego no es solo el deseo, sino también la salud, la autoestima y la calidad de vida.
SOBRE GREZ
La marca irrumpió en el mercado nacional como la primera línea de suplementos de etiqueta limpia en agosto de 2022. Actualmente está compuesta por 16 suplementos que apuntan a mejorar la calidad de vida y el funcionamiento del organismo. Su valor agregado es que sus productos no contienen excipientes ni ingredientes rellenos, entregan 100% vitaminas o minerales al organismo. Se trata de un emprendimiento familiar, oriundo de la Región de Los Ríos, que el año pasado ingresó a Amazon USA y creó su propia tienda online en Estados Unidos. Durante el 2024, también fue reconocido como la “Mejor Marca de Suplementos de Etiqueta Limpia en Sudamérica”, premio entregado por la prestigiosa revista británica LUXLife.