El virus sincicial mantiene presionada la red hospitalaria pediátrica, con más del 80% de camas críticas ocupadas. Los especialistas advierten sobre la importancia de detectar a tiempo los signos de gravedad en los niños afectados por esta enfermedad respiratoria.
Con el aumento sostenido de las enfermedades respiratorias, la ocupación de camas críticas pediátricas supera el 80% a nivel nacional, alcanzando niveles de riesgo y alerta, según informó el Ministerio de Salud. El virus sincicial, que atraviesa un peak de circulación, es el principal responsable de este escenario, que hoy mantiene presionada a la red hospitalaria en todo el país.
Según explicó el doctor Marcos Magasic, intensivista pediátrico de Clínica MEDS, “posterior a la inmunización con Nirsevimab en lactantes, hemos tenido un descenso respecto a lo que veíamos anualmente. Lo que estamos viendo ahora es un efecto similar a lo que pasó con el COVID, con el aplanamiento de la curva, donde estamos, quizás, prolongando más el tiempo y los pacientes están llegando infectados, porque ya no estamos viviendo este peak en el que todo el mundo se infectó rápidamente en invierno”.
El especialista agregó que “se vislumbra que probablemente veamos una tendencia a que esta estacionalidad del virus respiratorio sincicial pueda durar más tiempo”.
Respecto al comportamiento que está teniendo el virus, el facultativo aseguró “que, antes de la inmunización con Nirsevimab —y ahora, en quienes no la han recibido— la presentación era dificultad respiratoria, síntomas catarrales, tos, fiebre y secreción de difícil manejo; pero, al mismo tiempo, los más pequeños podían presentar apneas, que era el síntoma más drástico y grave en edades más tempranas, y que muchas veces llevaba a que los pacientes ingresaran a la UCI por ese tipo de situaciones.»
En este sentido, el profesional indicó que “estamos viendo la infección en pacientes de mayor edad, más cercanos a los dos años, y la principal causa de hospitalización es la dificultad respiratoria. Muchas veces, cuando observamos en los pacientes hundimientos de costillas, también se nota la respiración en los intercostales o que ya empiecen a hundirse, incluso por sobre las clavículas; esos son signos de que la infección ha avanzado hasta el punto en que la capacidad pulmonar es insuficiente para mantener un intercambio gaseoso efectivo con un esfuerzo bajo. El virus sincicial se caracteriza por causar una dificultad respiratoria que no se logra controlar con ningún medicamento”.
En relación a los síntomas a los que se debe estar alerta, el coordinador del Servicio de Urgencia Pediátrica de Clínica MEDS precisó que “el síntoma cardinal de alarma es la dificultad respiratoria que no cede con ninguna terapia, ya que el virus sincicial grave no responde ni a broncodilatadores, ni a corticoides y, lamentablemente tampoco a la kinesioterapia. Solo responde a tratamientos con oxígeno cuando se requiere y lo que observamos en los pacientes es que la enfermedad progresa independientemente de lo que uno haga”.
Respecto a la duración del virus, el facultativo aseguró que “el ciclo vital del virus dura aproximadamente una semana, donde del día quinto al séptimo son los días peores de la infección. Lo que se demora en terminar de mejorarse es la recuperación del tejido pulmonar dañado, que eso puede tener distinta duración.”
Eso sí precisó que “si el daño es muy profundo, tenemos niños cuyos síntomas pueden persistir muchas semanas; o si el daño no fue tan preocupante y tuvo más la característica de un resfrío, los síntomas pueden prolongarse algunos días más. Es conocido que los síntomas respiratorios, como la tos y la secreción, pueden durar hasta 15 días después de la infección”.
Sobre cuándo acudir a un recinto hospitalario, el doctor Magasic fue enfático en afirmar que “si está en presencia de un niño que tiene síntomas de progresión, que ya presenta dificultad respiratoria, tos incoercible o que le está costando respirar de noche o que tiene ahogo o que tiene algún síntoma que se destaque que no sean muy manejables y se sienta que está en una situación de preocupación, tiene todo el derecho de llevarlo a la urgencia o a la consulta médica”.
«La mayoría de las veces que un paciente ingresa a la UCI o se encuentra en condiciones más graves es porque el contagio ocurrió generalmente en un ambiente intradomiciliario, ya sea por un familiar que llegó resfriado o por el hermano mayor, que se convirtió en el vector del virus que circula en el curso. Por ello, debemos enseñar desde el hogar a extremar las medidas de prevención, además de un buen lavado de manos, también el uso de mascarillas en ambientes cerrados. Sabemos que los lactantes, los menores de tres años, son más propensos a poder tener alguna infección más grave, entonces hay que evitar el contacto con niños de esa edad que pudieran estar contagiados», puntualizó.