- ¿Sabías que la quimioterapia y la radioterapia pueden causar sequedad, llagas y caries, afectando la alimentación y el bienestar del paciente? Con prevención y acompañamiento odontológico, es posible reducir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Los tratamientos contra el cáncer pueden provocar una serie de efectos secundarios que afectan la salud bucal y, con ello, la alimentación, el bienestar y la calidad de vida de los pacientes. La quimioterapia y la radioterapia, especialmente cuando se aplican en cabeza y cuello, pueden generar sequedad, llagas, inflamación o caries, alteraciones que muchas veces se subestiman, pero que tienen un impacto profundo en el día a día.
“Durante una terapia oncológica, la boca también necesita cuidados. Las lesiones, la sensibilidad o la sequedad persistente dificultan comer, hablar o incluso dormir bien, afectando no solo la salud física sino también el ánimo del paciente”, explica el doctor Nicolás Grasset, Clinical Specialist de Solventum.
Frente a este escenario, los especialistas recomiendan incorporar el cuidado odontológico como parte del tratamiento integral del cáncer. Realizar una evaluación dental antes de iniciar la quimioterapia o radioterapia permite detectar caries o infecciones a tiempo y evitar complicaciones graves en personas inmunosuprimidas. “La prevención temprana hoy es una herramienta fundamental para reducir riesgos y sostener la calidad de vida durante la terapia”, añade Grasset.
En este contexto, el flúor se convierte en un aliado fundamental para proteger la dentadura de los pacientes oncológicos. “El flúor actúa sobre la superficie del diente creando una barrera de defensa frente a los ácidos que producen las bacterias después de comer. Además, tiene la capacidad de remineralizar el esmalte, evitando que pequeñas lesiones avancen y se conviertan en caries profundas”, explica el especialista.
Según el Dr. Grasset, su uso regular —bajo indicación odontológica— contribuye a reducir drásticamente la incidencia de caries por radiación y mejora la tolerancia a los tratamientos. “El flúor Clinpro™ Clear de Solventum es seguro, útil y necesario si se aplica correctamente. Permite una absorción efectiva en apenas 15 minutos, optimizando el tiempo clínico y mejorando la experiencia del paciente. Su objetivo es complementar el cepillado diario, no reemplazarlo”, puntualiza.
Entre las recomendaciones para cuidar la salud bucal durante el tratamiento oncológico destacan:
- Agendar una evaluación dental antes de comenzar la quimioterapia o radioterapia.
- Cepillar frecuentemente los dientes con suavidad, incluso si hay sensibilidad o molestias.
- Usa pastas con flúor y consulta su frecuencia de uso con tu odontólogo.
- Evita el alcohol, el tabaco y los alimentos muy ácidos.
- Hidratar la boca a lo largo del día y usar lubricantes salivales si hay sequedad.
- Consultar al odontólogo ante úlceras o dolor persistente.
“Cuidar la sonrisa durante el cáncer no es solo una cuestión estética, es una forma de acompañar el tratamiento, aliviar el dolor y recuperar bienestar en medio de una etapa desafiante”, sostiene el doctor Nicolás Grasset.
























