Santiago, noviembre de 2025. – El pasado mes de octubre, conocido mundialmente como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, volvió a poner en el centro de la conversación pública una de las principales causas de muerte entre las mujeres en Chile. Aunque cada año se diagnostican cerca de 5.600 casos nuevos en el país, según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), y más de 2.200 mujeres fallecieron en 2023 por esta enfermedad, la detección temprana como factor clave para mejorar la sobrevida sigue siendo un desafío pendiente y el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte oncológica en mujeres chilenas.
Hasta ahora, la mamografía es la herramienta más eficaz para detectar el cáncer de mama de forma precoz. Sin embargo, el acceso sigue siendo limitado: según el Ministerio de Salud, en 2021 poco más de 540 mil mujeres entre 50 y 69 años contaban con una mamografía vigente, una cifra muy por debajo de la cobertura ideal. De hecho, recientemente, My Nipp y Netquest, realizaron un estudio que arrojó que 6 de cada 10 chilenas mayores de 40 años no se realiza la mamografía anual. “Factores como el desconocimiento, el temor, las barreras de acceso y los tiempos de espera continúan influyendo en la baja adherencia al examen, que en el sistema público está garantizado cada dos años”, señala Catalina Lombardic, matrona de Celbrea Chile.
“La detección temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte: cuando el cáncer se diagnostica en etapas iniciales, la tasa de sobrevida puede alcanzar el 99%, mientras que si se detecta en etapas avanzadas baja a menos del 50%”, agrega la especialista. Sin embargo, los especialistas coinciden en que el diagnóstico precoz no depende únicamente de campañas de concientización, sino también de innovaciones tecnológicas que faciliten y complementen el acceso al tamizaje.
Tecnología complementaria para ampliar el acceso
En esa línea, nuevas herramientas comienzan a abrirse paso como complemento a la mamografía tradicional. Entre ellas destaca Celbrea, un parche térmico no invasivo, indoloro y de fácil uso desarrollado para detectar diferencias de temperatura en el tejido mamario, las que podrían indicar alteraciones asociadas al desarrollo de cáncer. Este dispositivo portátil se coloca sobre el pecho durante 15 minutos y puede ayudar a identificar signos tempranos que luego deben ser confirmados con estudios de imagen.
Aprobado por la FDA de Estados Unidos y autorizado por el Instituto de Salud Pública (ISP) en Chile, Celbrea utiliza la medición de diferencias térmicas superficiales como biomarcador. Su objetivo es complementar -no sustituir- el tamizaje convencional, ayudando a ampliar la cobertura y facilitar el acceso, especialmente en zonas rurales o con menor infraestructura sanitaria.
Un llamado urgente a la acción
Aunque estas nuevas tecnologías no reemplazan a la mamografía, expertos coinciden en que son aliados estratégicos para aumentar la detección temprana y fomentar una cultura de monitoreo más frecuente. Su sencillez, bajo costo y portabilidad abren nuevas oportunidades para empoderar a las mujeres en el cuidado de su salud mamaria y cerrar las brechas de acceso en el sistema de salud.
Este octubre, el llamado de especialistas y autoridades es claro: realizarse exámenes preventivos periódicamente sigue siendo la herramienta más eficaz para salvar vidas. A la vez, aprovechar las nuevas tecnologías complementarias puede contribuir a mejorar la pesquisa precoz. Con un diagnóstico oportuno, la mayoría de los casos de cáncer de mama son tratables, lo que refuerza la importancia de actuar a tiempo y seguir avanzando en estrategias que permitan llegar a más mujeres en todo el país.
Celbrea Chile
Empresa encargada de importar los dispositivos para el monitoreo de la salud mamaria, aprobados en el país por el ISP (Instituto de Salud Pública) y aprobados como herramienta de apoyo a la prevención por diferentes instituciones de salud. Más información en www.celbreachile.cl
























