Por Sara Parada, directora de Obstetricia UNAB Santiago

Este agosto, matronas y matrones conmemoramos 191 años de historia profesional, una trayectoria marcada por compromiso con la salud pública y con la construcción de una sociedad más justa en el acceso al cuidado.

Con frecuencia, nuestra labor se asocia únicamente al parto. Sin embargo, la realidad del país, con una natalidad en descenso sostenido, obliga a mirar más allá. Este escenario no debería leerse como un riesgo para la profesión, sino como un fenómeno que interpela al conjunto de la sociedad: menos hijos e hijas implican una población envejecida, una fuerza laboral menguante y una presión creciente sobre los sistemas de salud y previsión social. La respuesta no está en el temor, sino en la formulación de políticas públicas que incentiven la maternidad y resguarden a quienes eligen transitarla, sin que ello derive en discriminación laboral o precarización.

En este contexto, la matronería no pierde vigencia; al contrario, despliega un campo de acción más amplio. Nuestra práctica se ha consolidado en la promoción de la salud sexual y reproductiva durante todo el ciclo vital, la prevención y atención de infecciones de transmisión sexual, el acompañamiento en salud menstrual, climaterio y menopausia, y la atención inclusiva con perspectiva de género, interculturalidad y derechos humanos.

La matronería también ha ganado presencia en la pesquisa de patologías ginecológicas, en especial en la detección temprana de cánceres, donde nuestra labor ha sido determinante para orientar, derivar y sostener emocionalmente a las mujeres que enfrentan diagnósticos difíciles. Otro ejemplo es la ultrasonografía gineco-obstétrica, ámbito en el que la formación técnica de matronas y matrones ha permitido diagnósticos más oportunos y mejor calidad en la atención.

El trabajo en planificación reproductiva es otra expresión de la solidez profesional: la baja tasa de fracasos anticonceptivos en Chile refleja el acompañamiento informado y ético que brindamos a las personas para que ejerzan su derecho a decidir sobre su fertilidad. Asimismo, en neonatología, nuestro rol en el cuidado del recién nacido fisiológico, la promoción de la lactancia y el apego temprano ha demostrado impacto en la salud de las familias y en la humanización del cuidado en unidades de mayor complejidad.

La incorporación de la telemedicina refleja la adaptación de la matronería a los nuevos escenarios: acerca servicios a zonas rurales y asegura continuidad del cuidado, promoviendo equidad territorial.

El parto seguirá siendo parte de nuestra identidad, pero no define el alcance de nuestra labor. La matronería está presente en cada etapa de la vida, desde la adolescencia hasta la vejez, en cada territorio y en cada acción que busque dignificar el cuidado de la salud sexual y reproductiva.

A 191 años de historia, conmemoramos con orgullo un quehacer que ha dejado huella en la salud pública de Chile. Nuestra profesión seguirá siendo presencia, prevención y acompañamiento en la vida de quienes confían en nuestra disciplina.

Google News Portal Red Salud
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Prensa Salud

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here