Estrés agudo, consumo de drogas y sedentarismo son algunos de los factores:
Obesidad, hipertensión, tabaquismo y consumo de drogas son factores determinantes que pueden causar un infarto. Sin embargo, el pronóstico es favorable en aquellas personas que no tienen patologías de base. En este contexto, el profesional de Clínica Tarapacá, Dr. Jorge Cruz, enfatiza acerca de los cuidados y cuándo acudir al servicio de urgencias.
Tarapacá, 31 de julio de 2023.- En Chile, las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una de las principales causas de muerte, representando el 27,1% de todas las defunciones en el país. Si miramos a nivel regional, Tarapacá es una de las zonas con mayores tasas de incidencia de patologías cardiovasculares a nivel nacional.
A esta realidad, se suma el preocupante aumento en la prevalencia de infartos al corazón en personas menores de 40 años. Además, más del 50% de la población presenta dos o más factores de riesgo cardiovascular.
“Un infarto ocurre cuando una parte del músculo cardíaco muere debido a la obstrucción de las arterias que lo nutren. Esta obstrucción interrumpe el flujo sanguíneo y priva al tejido cardíaco de oxígeno, lo que resulta en su muerte” explica el jefe de Urgencias de Clínica Tarapacá, Dr. Jorge Cruz.
Actualmente, la prevalencia de infartos se está haciendo más presente a partir de los 45 años y la población chilena presenta un alto índice de factores de riesgo, tales como hipertensión, diabetes, tabaquismo, colesterol elevado, sedentarismo y obesidad. Frente a esto, el Dr. Cruz aclara que estas condiciones suponen un riesgo mayor y aumentan la probabilidad de que se desprenda una placa de calcio o colesterol en las arterias, lo que puede desencadenar un infarto.
Por otra parte, el consumo de drogas como la cocaína, y el estrés, pueden causar constricción de las arterias coronarias, lo que aumenta el riesgo de sufrir un infarto. Sin embargo, en general, el pronóstico es más favorable en los jóvenes en comparación con las personas mayores, debido a que presentan una menor mortalidad y tienen menos enfermedades asociadas.
En este escenario, Dr. Jorge Cruz menciona que “la falta de ejercicio y el estilo de vida sedentario desempeñan un papel fundamental en el aumento de esta enfermedad”. Los expertos señalan que, en nuestro país, el sedentarismo afecta al 85% de la población y, además, la pandemia provocó que la gente permaneciera largos períodos de tiempo encerrados, lo que ha influido significativamente en su actividad física, situación que es especialmente peligrosa para la salud cardiovascular.
En cuanto a los síntomas, el profesional aclara que éstos pueden variar de acuerdo a cada persona, pero es fundamental prestar atención a señales como un dolor intenso y opresivo en el pecho, que puede extenderse hacia el brazo izquierdo, el cuello o la mandíbula. “Generalmente, el dolor en el pecho durante ciertas actividades físicas o situaciones de estrés puede ser un síntoma de alerta”.
Además, menciona que el dolor más comúnmente descrito puede ser un malestar más que un dolor propiamente tal. “Es una sensación de opresión en el centro del pecho, por encima de la zona del corazón”.
Otros signos pueden incluir dificultad para respirar, sudoración excesiva, náuseas y mareos. Si experimentas alguno de estos síntomas, especialmente si son persistentes o se intensifican, es importante acudir al servicio de urgencias más cercano. “La detección temprana y la atención médica oportuna son cruciales para minimizar los daños y salvar vidas en caso de un infarto”, concluye el Dr. Jorge Cruz.
Equipo Prensa
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