Expertas de la UCSC advierten sobre los riesgos de infecciones graves y llaman a la responsabilidad en la tenencia de mascotas.
En diversas localidades del país, como Puerto Montt, Ovalle y Chiguayante, los vecinos están alarmados por la presencia de jaurías de perros que deambulan por sus barrios, han provocado ataques contra los vecinos y generan preocupación por las posibles consecuencias sanitarias.
Tania Grant, veterinaria y académica de la Facultad de Medicina de la UCSC, señaló que «una de las principales causas de estas jaurías es la falta de responsabilidad hacia los animales. Muchos de estos perros han sido abandonados y, al estar sin comida ni cuidados, pueden desarrollar conductas agresivas, como cazar para sobrevivir, lo que en ocasiones termina en ataques a personas”.
Grant advirtió sobre las graves consecuencias de una mordedura de perro, ya que existe «una alta probabilidad de infección debido a la gran cantidad y variedad de microorganismos que habitan en el hocico del perro». En estos casos, la veterinaria recomendó que “hay que lavar la herida con abundante agua y jabón, cubrirla con una gasa o paño limpio y acudir de inmediato al servicio médico más cercano”.
“Los microorganismos presentes en una mordedura pueden atravesar las barreras protectoras del cuerpo y afectar órganos vitales como el cerebro, el corazón o las articulaciones, generando infecciones potencialmente mortales”, destacó la veterinaria.
Aunque la rabia es poco común en Chile, donde está erradicada desde 2010 en perros, sigue siendo una enfermedad de alta mortalidad. Claudia Zemelman, Jefa de Carrera de Medicina de la UCSC, describió la rabia como «una encefalomielopatía grave que tiene la capacidad de viajar a través del sistema nervioso hasta alcanzar el cerebro, provocando inflamación severa y, finalmente, la muerte si no se administra tratamiento oportuno. Los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, dolor de cabeza y malestar general, pero a medida que avanza, aparecen signos neurológicos como agitación, alucinaciones, hidrofobia y parálisis progresiva”.
Pese a su baja incidencia, las especialistas recomendaron actuar con cautela si el perro agresor es desconocido o no está vacunado, observándose por 10 días y aplicando el tratamiento post-exposición con vacunas antirrábicas en caso necesario.
Sin embargo, las infecciones bacterianas tras una mordedura de animal representan el mayor riesgo en Chile. Zemelman señaló que “estas lesiones pueden provocar complicaciones graves, como celulitis infecciosa, flemones, fascitis necrotizante e incluso sepsis, si no se tratan oportunamente con antibióticos”.
Acciones para prevenir ataques
Ambas especialistas coincidieron en la necesidad de fomentar la tenencia responsable de mascotas para prevenir el abandono y los riesgos asociados. Grant subrayó que «es muy importante educar a la población sobre el cuidado adecuado de los animales, ya que esto no solo mejora la calidad de vida de las mascotas, sino que también reduce los problemas de seguridad y salud pública derivados del abandono y la falta de control».
En ese contexto, la tenencia responsable implica proporcionar a las mascotas alimentación adecuada, acceso a servicios veterinarios, vacunación al día, y esterilización para evitar la proliferación de animales callejeros. Grant explicó que “el abandono de perros no solo genera sufrimiento animal, sino que también contribuye a la formación de jaurías, que pueden representar un peligro para las comunidades al protagonizar ataques o transmitir enfermedades”.
Por su parte, la Jefa de la carrera de Medicina de la UCSC, señaló que “la educación en tenencia responsable debe comenzar desde edades tempranas, integrándose en la formación escolar y comunitaria para generar conciencia sobre la relación entre los seres humanos y los animales. Las mascotas no son objetos desechables, sino seres vivos que requieren cuidado, atención y respeto”.
Ambas académicas enfatizaron en que las autoridades y organizaciones deben reforzar las campañas de concienciación y promover programas de adopción y esterilización masiva, además de implementar políticas públicas que sancionen el abandono y la negligencia. Mientras tanto, los vecinos deben estar atentos, actuar con precaución y buscar atención médica inmediata en caso de mordeduras para evitar complicaciones.
Equipo Prensa
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