• The National Sleep Foundation afirma que los niños deben descansar entre 13 a 8 horas, para lograr un mayor bienestar emocional y cognitivo, clave para su estabilidad en el incierto contexto actual. Algo en lo que coinciden los expertos de Emma Colchón, quienes destacan el rol de una adecuada rutina nocturna y la ergonomía al dormir.

 

De acuerdo a una encuesta U-Report de UNICEF*, al menos uno de cada siete niños y jóvenes de países que aplicaron políticas de confinamiento por Covid 19, sufrió ansiedad, depresión y aislamiento durante el primer año de pandemia. Una realidad que comparte Chile y que, en el mes que los celebra, es importante saber abordar, para asegurar el bienestar emocional de los menores.

El paulatino retorno a clases, el cumplimiento de protocolos sanitarios y la incertidumbre de cómo se hará este regreso, podrían incrementar estos problemas de salud mental. Por lo mismo, aunque los adultos ya no pueden ofrecerles las libertades de la vida pre pandemia, deben estar dispuestos a apoyarlos a través de un adecuado descanso, para que se adapten y procesen mejor este cambiante escenario.

“Un sueño insuficiente, puede repercutir negativamente en el rendimiento cognitivo, la salud física, mental y emocional de los menores. Por lo tanto, muchos científicos del sueño instan a que esto se tenga en cuenta durante la gestión y estructura de la vida escolar diaria” afirma Verena Senn, neurobióloga y experta en sueño de Emma The Sleep Company, empresa líder del descanso en Europa, que ya se encuentra disponible en Chile.

De acuerdo a la organización estadounidente, “The National Sleep Foundation” (Fundación Nacional del Sueño), una rutina de sueño es vital para los niños y adolescentes que están experimentando el desarrollo cerebral. Ellos estiman que los preescolares deben dormir alrededor de 10 a 13 horas, los escolares de básica entre 9 y 11 horas, mientras que los adolescentes debieran alcanzar un promedio de 8 a 10 horas.

Camino al descanso

Hay algunos simples pasos para inducir el sueño, como mantener el dormitorio oscuro, fresco (temperatura media de 19 grados), silencioso, libre de teléfonos, tablets u otros dispositivos electrónicos. “Darse una ducha caliente, abrazar a un ser querido antes de ir a la cama, seguir un horario de sueño regular y dejar tiempo para relajarse, son pasos sencillos que pueden mejorar notablemente la calidad del descanso”, asegura la experta en sueño de Emma The Sleep Company.

En tanto, los niños y adolescentes al encontrarse en pleno desarrollo y cambios anatómicos, requieren de cierta cantidad de horas de sueño reparador, “por lo que el colchón debe ser los suficientemente firme como para darles un soporte adecuado, a la vez que se adapta a sus cuerpos en crecimiento y cambio constante. La tecnología de capas de espuma fría de alta densidad, les aporta la resistencia necesaria para acomodarse a estas demandas, aliviando las presiones en zonas de “conflicto” mientras duermen, evitando dolores, malas posturas y garantizando un buen dormir, para un crecimiento óptimo y saludable”, señala María Eugenia Valenzuela, kinesióloga magister en gestión de salud, especialista en el manejo de patologías músculo esqueléticas.

Queda por investigar si la falta de descanso puede tener consecuencias a largo plazo en la cognición y aprendizaje, por eso, las recomendaciones de los investigadores del sueño de Emma Colchón, apuntan a tomar todas las medidas necesarias, como un buen colchón o una adecuada rutina, para que dormir sea sinónimo de bienestar.

Google News Portal Red Salud
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Prensa Salud

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here