• No solo la ingesta inadecuada de calorías puede producir desnutrición en adultos. También los problemas en la absorción de nutrientes, patologías crónicas, e incluso factores asociados al estrés pueden ser una causa. Ante esto, un especialista en nutrición recomienda algunas estrategias que se pueden implementar en el día a día.

 

Existen diferentes formas de malnutrición, y cada una puede afectar de diferente manera la función corporal según la edad. En Chile, un 1,5% de los adultos mayores de 65 años está enflaquecido, cifra que aumenta a 5,1% en el tramo de edad de 15 a 19 años, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud1. “Las causas de los desbalances nutricionales pueden ser variables, y están compuestas por factores individuales, comunitarios y de políticas públicas”, indica el Dr. Oscar Hincapié, Director Médico de Abbott Nutrición. “Los síntomas dependen del grado de deficiencia nutricional y no siempre pueden notarse de manera inmediata”, agrega el especialista.

¿Qué es la desnutrición?

Según explica el Dr. Oscar Hincapié, desnutrición es a menudo asociada con un consumo deficiente de calorías, pero también puede ocurrir cuando una persona consume calorías de manera adecuada, pero con un nivel insuficiente de micronutrientes (vitaminas y minerales). “Los adultos que están subalimentados pueden experimentar pérdida de peso, atrofia muscular o fragilidad”, explica el profesional.

¿Cuáles son las causas de la desnutrición?

Condiciones como la disfagia, o dificultad para tragar, pueden hacer más difícil que las personas satisfagan sus necesidades. Asimismo, tener un problema en alguna parte del tracto digestivo -desde bajo nivel de ácido estomacal (hipoclorhidria) de ácido estomacal hasta anomalías genéticas o una lesión en el revestimiento intestinal-  puede llevar a una mala absorción de macro y micronutrientes. “Nutrientes esenciales podrían pasar sin ser absorbidos y luego ser eliminados por las heces, dejando el organismo subalimentado y con síntomas de desestabilización, tales como dolor gastrointestinal, gas, hinchazón y diarrea”, explica el especialista de Abbott Nutrición.

Cuando el cuerpo de una persona está en estado de inflamación, ya sea tras una cirugía o enfermedad, puede haber una necesidad mayor de nutrientes para sostener el proceso de sanación de heridas. Así también, dolencias o enfermedades crónicas que causan vómitos frecuentes o diarrea o que afectan el metabolismo a menudo llevan a pérdidas de nutrientes o su menor uso en el cuerpo. “Estas condiciones pueden incluir enfermedad de Crohn, una diabetes sin adecuado control, enfermedad del hígado o cáncer”, dice el Dr. Oscar Hincapié.

Cómo sostener una ingesta óptima, absorción y entrega de nutrientes

Para asegurar que el cuerpo está recibiendo y absorbiendo la máxima nutrición, el Dr. Oscar Hincapié entrega una serie de recomendaciones:

  • Hable con un profesional de la salud. Los servicios de salud cuentan con nutricionistas capacitados para elaborar dietas adecuadas para quienes tienen necesidades específicas de salud acorde a su presupuesto. Pueden entregar una guía sobre comidas ricas en nutrientes y a precios accesibles, tales como frutas enlatadas o congeladas, verduras, legumbres, leguminosas y huevos.
  • Mantenga el estrés bajo control. Las hormonas del estrés pueden afectar negativamente la digestión y el apetito, exacerbando la malnutrición. Identifique las formas de reducir el estrés durante el día; por ejemplo, hacer una caminata, practicar yoga o meditación.
  • Busque tratamiento médico para condiciones de salud subyacentes. Ciertas condiciones de salud pueden afectar el apetito o la habilidad del cuerpo para absorber y usar los nutrientes. Algunas condiciones son crónicas, pero pueden ser manejadas para optimizar la nutrición y la calidad de vida.

Además, de acuerdo a las indicaciones del Director Médico de Abbott Nutrición, usted puede implementar las siguientes estrategias en su día a día:

  • Corte su comida en trozos más pequeños. Si no tiene problemas de masticación, considere masticar muy bien sus comidas para que el sistema gastrointestinal no tenga que trabajar demasiado en moler los alimentos que llegan al estómago.
  • Coma muchos alimentos de origen vegetal. Frutas y verduras fomentan el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas para la salud, ya que ayudan a la digestión y a la absorción de nutrientes.
  • Considere un suplemento nutricional oral. Los suplementos pueden agregar vitaminas y minerales a la dieta. En caso de tener problemas para masticar, hay disponibles suplementos nutricionales líquidos en una variedad de sabores. “Varios tipos de suplementos nutricionales están además hechos a la medida de condiciones médicas específicas, tales como diabetes, cáncer, enfermedad hepática y renal”, dice el Dr. Oscar Hincapié.

Para quienes están en condición de malnutrición, estas recomendaciones pueden ayudarlos volver a encaminarse.

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