- Macarena Moreno matrona de Decidoinformada.cl, entrega algunos consejos para combatir un problema que preocupa al Ministerio de Salud y a la sociedad chilena en general.
Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se han convertido en un problema preocupante para el país. Según datos del Ministerio de Salud, entre 2017 y 2021 se notificaron a nivel nacional un total de 70.660 casos, considerando informes para VIH/SIDA, hepatitis B y C, gonorrea y sífilis.
“La sintomatología es variada, incluso hay algunas silenciosas que no se manifiestan de manera inicial, lo que las vuelve aún más riesgosas ya que las personas no siempre saben que tienen la enfermedad y siguen contagiando a otros y diseminando sin control”, advierte Macarena Moreno, matrona de Decidoinformada.cl.
“Las ITS pueden tener importantes consecuencias para la salud: desde síntomas en los genitales, complicaciones sistémicas, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, aumento en la probabilidad de transmisión del VIH, efectos psicosociales, entre otros”, agrega.
En este contexto, surge la inevitable pregunta sobre ¿Qué se puede hacer entonces para combatir estas enfermedades? La especialista entrega tres útiles consejos para combatir esta problemática que preocupa a las autoridades de salud y a la sociedad chilena en general.
- Fortalecer la Educación Sexual Integral
Uno de los grandes problemas de hoy es la falta de Educación sexual integral en la población general, comenzando desde pequeños. “La sexualidad aún sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, no se conversa mucho y, si se hace, es desde una mirada negativa o desde las consecuencias, lo que produce miedo o estigmas sociales”, opina Moreno.
Esta falta de diálogo en torno al problema –que trae consecuencias como el aumento desmedido de infecciones de transmisión sexual, embarazo adolescente o embarazo no planificado– debe ser erradicada con distintas acciones como: disponer de información adecuada para cada etapa de la vida, mejorar el acceso oportuno a los servicios de salud sexual, además de políticas públicas contundentes al alcance de toda la población.
Al respecto, la especialista añade que “Debe ser orientada a todos los grupos etarios, hombres y mujeres, y hay que considerar todo el ciclo: prevención primaria (prevención de la enfermedad), secundaria (diagnóstico temprano y tratamiento) y terciaria (rehabilitación) de manera equitativa asegurando el acceso oportuno y fluido, en donde existan entidades y sistemas interrelacionadas para evitar vacíos”.
- Prevenir educando
Para Macarena Moreno, muchos jóvenes no le temen a las ITS porque tienen tratamiento. Ella considera fundamental que las personas tengan conciencia del autocuidado. “Muchas personas no saben que usando condón de manera correcta y sistemática pueden prevenir y pueden cortar la cadena de contagios. Hay que hacerles notar que pueden mejorar la salud de la sociedad”, destaca. “Recalcar también la importancia de la realización de exámenes de ITS anuales de control y si es que se cambia de pareja sexual como un acto de responsabilidad”, explica.
- Mejorar el acceso a la disponibilidad rápida y constante de los preservativos
A diferencia de otros países, donde por ley se consiguen preservativos en bares, restaurantes y establecimientos públicos, en Chile la protección no está siempre al acceso de las personas. A pesar de que se entregan de forma gratuita en todos los Servicios de Salud (Cesfam), no es un proceso simple.
“A los adolescentes, por ejemplo, les complica ir por vergüenza, por miedo a encontrar al vecino o al alguien que lo pueda estigmatizar. Lo mismo pasa con la Pastilla de Emergencia, en general el acceso no es amistoso”, señala Moreno. “Una buena idea sería tener un dispensador de preservativos de bajo costo o incluso gratuitos en lugares concurridos, distinto a los servicios de salud, como ejemplo estaciones de metro, baños públicos, centros comerciales o estaciones de servicio”, agrega colaborando con soluciones para combatir un mal que está afectando fuertemente a nuestros jóvenes.
Equipo Prensa
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