Así lo asegura el último informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que en su informe señala que una de cada seis personas padece infertilidad alguna vez en su vida, dado a conocer el pasado 4 de abril de este año.

Según los datos, entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen que lidiar con el problema de la infertilidad en todo el mundo. El informe cuenta con datos sobre la prevalencia mundial y regional de la infertilidad mediante el análisis de todos los estudios pertinentes efectuados entre 1990 y 2021, que señala que una de cada 6 personas padece infertilidad alguna vez en la vida. (1) OPS, https://www.who.int/es/health-topics/infertility#tab=tab_1

Además, en el mes de junio y por iniciativa de la Asociación Americana de Fertilidad, se celebra en todo el mundo el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad.

El Dr. Ricardo Pommer, Director de la Unidad de Medicina Reproductiva, Clínica Monteblanco, señala que la infertilidad se entiende como “un trastorno del aparato reproductor (masculino o femenino) consistente en la incapacidad para lograr el embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección, pero si la mujer tiene 35 años o más el lapso de tiempo se reduce a seis meses” y agrega “probablemente la gente que nunca ha vivido la infertilidad, no sabe lo doloroso que es para las parejas, para las mujeres y los hombres que desean tener hijos/as y no lo logran”.

El profesional señala que esta situación puede causar mucha angustia, estigmatización y dificultades para que las personas lleguen a un profesional especializado, “pueden pasar muchos años sin saber cuál es el real problema ni obtener el tratamiento adecuado”.

En las décadas anteriores se pensaba que la mujer era la principal causa de la infertilidad en una pareja. Pero hoy se sabe que no es así: 1/3 de los casos de infertilidad se debe a un factor femenino, 1/3 a un factor masculino y el resto a causas idiopáticas o desconocidas que afectan a ambos integrantes de la pareja.

La infertilidad masculina ha sido siempre un tema tabú, debido a que se asociaba erróneamente a cuestiones de virilidad. Por ello es fundamental que cuando una pareja tiene problemas para concebir, sea evaluada desde el primer momento de manera paralela. De hecho, un estudio reciente publicado en Human Reproduction indicó que la concentración de esperma de los hombres se ha reducido a la mitad en las últimas cinco décadas y, principalmente, desde el año 2000 a la actualidad.  https://academic.oup.com/humupd/article/29/2/157/6824414?login=false

 

Causas de la infertilidad:

En el aparato reproductor femenino, la infertilidad puede deberse a:

  • Trastornos de las trompas uterinas; por ejemplo, pueden estar obstruidas, lo cual puede ser consecuencia de infecciones de transmisión sexual no tratadas o de complicaciones de un aborto peligroso, una septicemia puerperal o una intervención quirúrgica abdominal o pélvica;
  • Trastorno uterino de origen inflamatorio (como la endometriosis), congénito (como un útero tabicado) o benigno (como un fibroma);
  • Trastorno ovárico, como la poliquistosis ovárica y otros trastornos foliculares;
  • Trastornos del sistema endocrino que alteran los niveles de hormonas reproductivas, como los que afectan al hipotálamo y la hipófisis, que pertenecen a este sistema. El cáncer de hipófisis y el hipopituitarismo son ejemplos de trastornos comunes que afectan al sistema endocrino.

 

En el aparato reproductor masculino, la infertilidad puede deberse a:

  • Obstrucción del aparato reproductor que causa una disfunción en la emisión de semen. Esas obstrucciones pueden producirse en los conductos que transportan el semen (como los conductos eyaculadores y las vesículas seminales). Por lo general, se deben a lesiones o infecciones del aparato genital;
  • Trastornos hormonales que causan desequilibrios en las concentraciones de las hormonas secretadas por la hipófisis, el hipotálamo o los testículos. Las hormonas como la testosterona regulan la producción de espermatozoides. Los cánceres de la hipófisis o de los testículos son ejemplos de enfermedades que conducen a un desequilibrio hormonal;
  • Insuficiencia testicular (falta de producción de espermatozoides) debida, por ejemplo, a un varicocele o un tratamiento farmacológico (como la quimioterapia) que altere las células productoras de espermatozoides;
  • Deficiencias en la función o la calidad del esperma. Las enfermedades o las situaciones que alteran la forma o la movilidad de los espermatozoides afectan negativamente a la fertilidad. Por ejemplo, el uso de esteroides anabolizantes puede alterar parámetros del esperma, como su recuento y su forma.

 

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