Ricardo Soto Rifo y Fernando Valiente-Echeverría, del IMII, lideraron investigación.
- Profesores de la Universidad de Chile generaron tecnología que fue licenciada por esta casa de estudios con la Organización Mundial de la Salud, que lo pondrá a disposición de países de ingresos medios y bajos.
- La aplicación, que cuantifica anticuerpos neutralizantes con el fin de detectar inmunidad frente al SARS-CoV-2 y que emplea un pseudotipo viral basado en el VIH, ya ha sido transferida a ocho instituciones sin fines de lucro en ocho países.
- El sistema permite realizar análisis masivos de muestras sin la necesidad de contar con una infraestructura compleja, de acceso muy limitado en naciones de América Latina y otras regiones.
Naciones de bajos y medianos ingresos de Latinoamérica podrán acceder gratuitamente a un método de determinación de anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2, virus causante del covid-19, desarrollado por los doctores Ricardo Soto Rifo y Fernando Valiente-Echeverría, investigadores del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y académicos de la Universidad de Chile.
Ello, gracias a que la mencionada facultad, junto con la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) del plantel universitario, logró un acuerdo de licenciamiento con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Medicines Patent Pool (MPP), entidad internacional de salud pública respaldada por Naciones Unidas que trabaja para aumentar el acceso y facilitar el desarrollo de medicamentos que salvan vidas en los países de ingresos bajos y medios.
El doctor Soto Rifo resaltó que uno de los principales beneficios de la iniciativa liderada junto con el doctor Valiente, “es la posibilidad de su implementación en laboratorios de bioseguridad nivel dos, lo que significa que el método puede ser implementado en la mayoría de los laboratorios del mundo, a diferencia del ensayo clásico que requiere una infraestructura compleja, de acceso inexistente o muy limitado en países de ingresos medios y bajos”. Añadió que la tecnología ha estado disponible desde 2021 para instituciones sin fines de lucro, a partir de un acuerdo de transferencia de material (MTA, la sigla en inglés) gestionado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile. A la fecha -indicó-, ya ha sido transferida a ocho instituciones sin fines de lucro en ocho países, principalmente en América Central y del Sur.
La tecnología permitirá la descentralización del sistema de detección, generando la oportunidad de que un mayor número de laboratorios en el mundo puedan contribuir al manejo de la crisis en sus localidades. Con el acuerdo de licenciamiento, la OMS y MPP ofrecerán la tecnología a empresas a nivel mundial para avanzar en acuerdos de sublicenciamiento que permitan transferirla, comercializarla y finalmente ser usada para generar conocimiento local.
Para Ricardo Soto Rifo, el acuerdo logrado con la OMS y MPP “constituye un reconocimiento a nuestro trabajo científico, en el que también participaron académicos, investigadores jóvenes y profesionales de la Facultad de Medicina y una retribución al compromiso de estos, quienes con el único interés de contribuir a la respuesta nacional a la pandemia por la propagación del covid-19, entregaron conocimientos, tiempo y energía en tiempos muy duros y de mucha incertidumbre, en pos de la salud de la población”.
TAIWÁN, ESPAÑA Y CHILE
El acuerdo de licenciamiento suscrito con la OMS y MPP se dio en el marco del Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra Covid-19 (C-TAP), una alianza de múltiples partes interesadas que tiene como propósito facilitar el intercambio de propiedad intelectual, conocimientos e innovaciones destinados a combatir al coronavirus SARS-CoV-2, entre productores de tratamientos, medios diagnósticos, vacunas y otros productos de salud. Esta alianza anunció, hace unos días, la concertación de tres nuevos acuerdos de licencia a través de MPP, incluyendo el alcanzado con la Universidad de Chile. Los otros se firmaron con Medigen Vaccine Biologics Corp, empresa biofarmacéutica con sede en Taiwán, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de España.
La iniciativa C-TAP fue puesta en marcha en mayo de 2020 por la OMS y el Gobierno de Costa Rica, con el apoyo de 44 Estados Miembros, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Unitaid, Onusida y distintos asociados en la ejecución, como MPP.
Las tres nuevas licencias suponen un relevante impulso al esfuerzo global por un mejor acceso a la salud, en este caso para detectar y combatir el covid-19. La OMS destacó que son de alcance mundial, transparentes y no confieren exclusividad a ningún fabricante: puede accederse a ellas desde el sitio web de C-TAP. Esta iniciativa ha creado una base de datos de acceso público del Acceso Mancomunado a las Tecnologías que incluye un repositorio que permite hacer búsquedas. Con la transparencia como principio, esta base de datos promoverá la coordinación y se vinculará a otras plataformas de intercambio de datos que incorporen datos clínicos, reglamentarios, de patentes y de fabricantes a disposición de tecnologías seleccionadas.
BASADO EN VIH-1
El año 2020, el equipo de investigación del Laboratorio de Virología Molecular y Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile creó un sistema de determinación de anticuerpos neutralizantes conducente a detectar inmunidad frente a SARS-CoV-2. La innovación consiste en la utilización de un pseudotipo viral basado en el VIH-1, el cual fue adaptado para responder a la urgencia desencadenada por la pandemia de covid-19.
El sistema tiene tres eslabones claves: VIH inactivo, la proteína de superficie Spike del SARS-CoV-2 y una proteína denominada luciferasa, la misma que utilizan las luciérnagas para emitir luz. “Los ensayos convencionales utilizan medición de anticuerpos totales contra el virus mediante la técnica de ELISA, pero no todos los anticuerpos tienen la capacidad de proteger o neutralizarlo. Se necesitaba entonces una herramienta que detectara ese tipo de anticuerpos específicos, los neutralizantes”, explicó Ricardo Soto Rifo, líder del proyecto.
El desarrollo puede ser utilizado con fines de investigación o clínicos en condiciones de bioseguridad nivel 2, similares a las que existen en laboratorios que existen en laboratorios de universidades y hospitales, ya que trabaja con un virus inactivo -no contagioso-, que no requiere su manipulación en un laboratorio de bioseguridad nivel 3. En este sentido -resaltó Soto Rifo-, permite su implementación en laboratorios dedicados a diagnóstico, docencia e investigación, ya que no requiere del uso de muestras que contengan SARS-CoV-2 completo.
El grupo encabezado por el investigador del IMII estudia el VIH desde hace varios años. Dada la pandemia de covid-19, reconvirtió algunas de sus capacidades y empleó sus conocimientos y experiencia para diseñar una prueba de detección más eficiente y accesible, que permitiera caracterizar la respuesta de anticuerpos neutralizantes tanto de pacientes que sufrieron la infección por SARS-CoV-2 como de personas que recibieron los diferentes esquemas vacunales.
El protocolo consiste en la generación de un pseudotipo de VIH que ingresa a la célula por la interacción entre la proteína Spike presente en su superficie y el receptor ACE2 presente en la superficie celular. “Vestimos’ el VIH con la proteína de superficie del nuevo coronavirus. Así desarrollamos este sistema, que nos permite medir y cuantificar anticuerpos neutralizantes contra SARS-CoV-2 de manera muy específica en muestras de plasma o de sueros”, detalló el doctor Valiente-Echeverría.
Asimismo, dentro del genoma de VIH insertaron el gen de la luciferasa de luciérnaga, por lo que durante la infección con el pseudotipo de VIH es posible medir la luz emitida por esta proteína en el laboratorio. Esta luciferasa opera como un gen “reportero” dentro del protocolo, la cual tiene la sensibilidad suficiente para realizar el ensayo en un formato miniaturizado que da la opción de hacer un análisis simultáneo de múltiples muestras.
La luminiscencia se genera dentro de la célula, por lo que es un indicador del nivel de entrada del pseudotipo. Así, cuando los anticuerpos neutralizantes presentes en una muestra son capaces de unirse a Spike y bloquear la entrada del virus a la célula la generación de luz disminuye. Es decir, la intensidad o la capacidad neutralizante de un anticuerpo es directamente proporcional a la disminución de luz, que constituye una señal indirecta de la entrada del virus a la célula.
La tecnología desarrollada por los investigadores chilenos ha permitido apoyar diversos estudios clínicos nacionales e internacionales, incluyendo ensayos clínicos para uso de plasma convaleciente y evaluación de vacunas, así como para la búsqueda de moléculas con actividad antiviral.
DIRECTOR GENERAL DE LA OMS
Si bien el pasado 5 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la emergencia sanitaria internacional por la propagación del covid-19, la entidad indicó que esta enfermedad aún es una amenaza para la salud pública, por lo cual es necesario mantener planes de cuidado y preparación, así como también apoyar la generación de conocimiento para enfrentar este y otros desafíos similares.
“El covid-19 seguirá entre nosotros y el mundo continuará necesitando instrumentos para prevenirlo, detectarlo y tratarlo”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, según consigna la web de esta organización. “A través de la iniciativa C-TAP, la OMS y nuestros asociados nos comprometemos a que esas herramientas sean accesibles para todo el mundo, en todas partes. Quiero dar las gracias por el liderazgo desplegado por los titulares de las licencias que han contribuido con tecnología”, añadió el biólogo e inmunólogo.
Charles Gore, director ejecutivo de Medicines Patent Pool, sostuvo que “el acceso a los medicamentos esenciales y a tecnologías de la salud debe seguir siendo una prioridad máxima en la agenda sanitaria mundial. Felicitamos a Medigen Vaccine Biologics Corp, al CSIC y a la Universidad de Chile por licenciar sus productos a MPP y esperamos que esto incentive a otros creadores de todo el mundo a concertar nuevos acuerdos de licencia bajo los auspicios de la iniciativa C-TAP”.
Para la rectora de la Universidad de Chile, la doctora Rosa Devés, el logro de los doctores Soto Rifo y Valiente-Echeverría y sus colaboradores “constituye un orgullo y un aliciente para el avance de la investigación en biomedicina en nuestro país. Muestra cómo la investigación de excelencia realizada en países en desarrollo tiene la capacidad de ofrecer soluciones de alto impacto social en el ámbito de la salud”. (Periodista: Claudio Lobos / Agencia Inés Llambías Comunicaciones)
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