En esta época las altas temperaturas van y vienen por lo que hay que poner especial atención en los grupos de mayor riesgo, como son los niños y las personas mayores y, en sus sensaciones corporales. La razón es que pueden estar experimentando un golpe de calor, es decir, un cuadro repentino donde se produce un alza excesiva de la temperatura en el cuerpo, llegando a registrar de 38 a 40 grados.
“En general, se habla de golpe de calor cuando se produce un alza repentina en la temperatura del cuerpo. Es una condición muy seria, ya que, de no revertirse, puede terminar dañando el cerebro u otros órganos vitales. Entre las principales causas que originan un golpe de calor, están: realizar actividad física intensa con mucho calor o bien, estar en un lugar sofocante, a pleno sol, por un tiempo prolongado” explica María Eugenia Lobos, enfermera jefa de residencias para personas mayores Acalis.
¿Cómo reconocer síntomas de un golpe de calor?
Entre los síntomas más frecuentes figuran: fiebre que puede alcanzar los 40 grados, cambios en el estado mental, que se puede dar como un estado de confusión y agitación. Por otra parte, si el afectado presenta piel caliente, seca o bien, con sudoración excesiva, también es posible que esté presentando un golpe de calor. Lo mismo si registra pulso acelerado, respiración agitada, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e incluso, convulsiones.
Es muy importante aprender a reconocer todos estos síntomas y estar muy atentos ante cualquier tipo de cambio, por más pequeño que sea, ya que el golpe de calor puede llegar a ocasionar incluso la muerte, sobre todo, en grupos de riesgo como es el de las personas mayores. Otro de punto a considerar es que las personas suelen sentirse peor con el paso del tiempo, incluso hasta cuatro días después de iniciado los malestares.
¿Qué podemos hacer para evitar un golpe de calor?
Lo primero será estar permanentemente informado sobre los pronósticos del tiempo para anticiparse a las jornadas con altas temperaturas. En el caso de los adultos mayores que no son autónomos, por ejemplo, que tienen algún tipo de deterioro cognitivo, trastornos de movilidad o enfermedades crónicas, hay que preocuparse muchísimo que se mantengan hidratados, aunque no sientan sed, ubicarlos en ambientes frescos y evitar exponerlos al sol en las horas de mayor temperatura que, normalmente, fluctúa entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde.
En cuanto a la vestimenta, siempre ayuda usar ropa liviana, de colores claros, sobrero de ala ancha. Se recomienda utilizar siempre protector solar.
Equipo Prensa
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