Es un mecanismo fundamental para nuestra especie

– A diferencia del sistema nervioso central, esta red de nervios, compuesto por neuronas y glías, y que posibilita la función motora y sensorial de los seres humanos, puede entrar en una secuencia de destrucción y reconstrucción. Estas capacidades participan de algunas enfermedades.

– El Dr. Nicolás Martínez Alarcón, del centro basal Ciencia y Vida y la Universidad San Sebastián, estudia aspectos del sistema nervioso periférico desde hace más de diez años y busca promover su autocuidado como una forma de mantener nuestra calidad de vida.  

– Desde una perspectiva patológica, las neuropatías del sistema periférico interactúan con otras enfermedades como el cáncer, la diabetes y la esclerosis lateral amiotrófica, además de un amplio espectro de condiciones donde se exacerba la sensación del dolor.  

El sistema nervioso periférico, una red de ganglios y nervios que se extienden por todo el organismo. Está conformado de neuronas y glías, es un agente esencial para que los seres humanos sintamos y participemos del vivir . A menudo eclipsado” por el sistema nervioso central, este sistema media las funciones sensoriales y motoras, y tiene una particularidad: puede regenerarse.  

El investigador del centro basal Ciencia y Vida y la Universidad San Sebastián, el Dr. Nicolás Martínez Alarcón, estudia desde hace más de diez años el sistema nervioso periférico (SNP), este complejo entramado que conecta todos los nervios que emergen desde la médula espinal (es decir, del propio sistema nervioso central o SNC).  

Uno de sus focos de exploración está puesto en los mecanismos celulares y moleculares que mantienen a los axones de las neuronas y a las glías (células de soporte de las neuronas), lo cual es esencial para la transmisión de impulsos nerviosos. A diferencia del sistema nervioso, que tiene una pobre capacidad de recuperarse, los axones de las neuronas del SNP pueden entrar en una secuencia programada de degeneración y regeneración que es característica de algunas patologías.  

Algunos neurocientíficos explican el sistema nervioso como una red eléctrica, donde el sistema nervioso central representaría la central eléctrica desde donde se  reciben, integran y emiten las señales, mientras que el sistema nervioso periférico representa los cables que conectan la central eléctrica con las ciudades periféricas (miembros, glándulas y órganos en todo el cuerpo) para llevarles electricidad y recoger información sobre su estado. Esta es una metáfora simple de la relación entre los sistemas nerviosos central y periférico. 

Uno podría hacer la analogía entre un cableado y los axones del sistema nervioso periférico, que van a las distintas regiones del cuerpo y, por lo tanto, la integridad de esos axones, que llevan y traen información, es fundamental para las funciones sensomotoras”. Sin embargo,  es importante destacar que los axones no solo transmiten, sino que también producen y modulan la información. Existen múltiples enfermedades en las cuales esas funciones de los axones se ven afectadas durante distintas etapas de la vida. Me he dedicado por bastante tiempo a investigar que pasa en el interior de los axones cuando se degeneran o regeneran y qué factores determinan la velocidad y el éxito en la ejecución de esos procesos”, explica el Dr. Martínez.  

El sistema nervioso periférico participa de la capacidad de percibir estímulos como el tacto, los cambios de temperatura o ciertos cambios físicos o químicos más particulares. Esa información se recaba y modula desde la periferia del cuerpo –de ahí su nombre– y se procesa después en distintos niveles del sistema nervioso central, tanto en el encéfalo como en la médula espinal”. 

La perspectiva patológica  

A diferencia del cerebro y la médula espinal del sistema nervioso central, que están protegidos por las vértebras y el cráneo, los nervios y las células del sistema nervioso periférico no están encerrados por huesos y, por tanto, son más susceptibles a sufrir traumatismos. Sin embargo, el SNP puede sufrir daños de otro tipo, como toxicidades de fármacos o enfermedades metabólicas o genéticas. Por ejemplo, en Chile, el 60 por ciento de los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia con derivados del Platino desarrollan una patología llamada neuropatía periférica inducida por la quimioterapia. Esta es un efecto secundario de la quimioterapia y ocasiona daño a las células del sistema nervioso periférico, produciendo dolor y dificultades para controlar algunas zonas del cuerpo, sobre todo en las manos y los pies. Como consecuencia, los médicos deben decidir si suspender, acortar o reducir las dosis del tratamiento de anticáncer, lo que afecta la prognosis del paciente.  

Como parte de su proyecto de doctorado, hace algunos años, el Dr. Martínez indagó en el uso de un medicamento para la diabetes (la Metformina) y su potencial aplicación para controlar los efectos secundarios de la quimioterapia durante el tratamiento convencional contra el cáncer.  

Lo que hicimos fue encontrar en animales un grupo de evidencias de que es posible inhibir la toxicidad de la quimioterapia usando la metformina. Esto se probó recientemente en humanos por un grupo de investigación en Egipto, demostrando resultados prometedores y una mantención significativa en las capacidades motoras de los pacientes”.   

El Dr. Martinez subraya que existe un enorme polo de investigación en torno a las alteraciones del sistema nervioso periférico. Al tratarse del sistema que está encargado de sentir, participa del dolor tanto en personas sanas y enfermas. Eso basta para darnos cuenta de que está implicado en menor o mayor medida en una gran diversidad de contextos y enfermedades, añade el científico nacional. Particularmente relevante es el contexto del dolor neuropático. 

El dolor neuropático refiere a cuando las personas sienten dolor en condiciones donde normalmente no lo sentirían o también a un dolor intensificado. Este dolor tiene una duración o intensidad que se independiza de su causa original debido a que los afectados son los nervios mismos que nos hacen sentir. También se da lo contrario, la disminución o ausencia de sensibilidad, en patologías como la neuropatía diabética o la neuropatía inducida por quimioterapia, o en el contexto de enfermedades con componente genético como la esclerosis lateral amiotrófica 

La salud del SNP 

El Dr. Martínez expone su inquietud respecto a presentar el sistema nervioso periférico con un foco en lo sanitario y en las complicaciones relacionadas con enfermedades de alto impacto, que contradictoriamente podrían alejar a la población respecto a la posibilidad de promover efectivamente su cuidado con hábitos saludables.  

Pienso que se enfatiza un discurso centrado en las patologías, pero como un científico que explora el sistema nervioso periférico, si pudiera entregar un mensaje a quienes nos leen sobre cuál es la relevancia de este sistema pondría el foco en algo distinto: está involucrado en todas nuestras experiencias, nos permite sentir el abrazo de un ser querido, saborear el helado que nos tomamos, bailar, correr o vivir nuestra sexualidad. En base a esa información que viene de todo el cuerpo elaboramos también nuestras ideas más complejas”.  

Preservar estas capacidades está directamente relacionado con la salud de los sistemas circulatorio y músculo-esquelético, aunque para el científico la comprensión de esta red de nervios que se prolonga por el cuerpo va mucho más allá de lo biomédico. Para eso, el académico de la USS y el Centro Basal Ciencia y Vida apuesta por promover la difusión del sistema nervioso periférico y la importancia de su cuidado por medio de actividades cotidianas o culturales. 

Tenemos una visión que muchas veces está influenciada por la neurociencia, de que nuestro sistema nervioso es como una especie de computadora, desde la cual vemos el mundo de forma racional. Pero el sistema nervioso periférico es distinto, porque surgió antes de que fuéramos humanos, y nos permite percibir el mundo de otras maneras que no tienen que ver con el lenguaje, sino desde una experiencia sensorial. Esas maneras de participar del mundo todavía siguen ahí y plenamente vigentes como guía, disfrute, cuidado y comprensión de nosotros mismos y los demás”.  

En esta línea, el Dr. Martínez ha impulsado un permanente trabajo de divulgación en sus cuentas de redes sociales, con miras a fortalecer la prevención, el autocuidado mediante la comprensión y el disfrute de lo que podemos hacer debido a la presencia de este sistema en nuestro cuerpo. 

He colaborado con bailarines, realizadores audiovisuales y deportistas, para a través de posteos en redes sociales explicar cómo funciona el SNP en esta perspectiva amplia. Por ejemplo, uno podría decir que la actuación de una bailarina de ballet es la cúspide del sistema nervioso periférico, donde se condensa toda nuestra sensibilidad del mundo para transformarla en una respuesta en forma de postura o de marcha. No podemos reducir esto sólo a las enfermedades”.  

La regeneración y el futuro del campo 

¿Cuánto tiene que ver la capacidad intrínseca de regenerarse del sistema nervioso periférico con las patologías que se desarrollan a partir del daño a sus neuronas y glías? Según el Dr. Nicolás Martínez, ahí radica un aspecto clave: los axones que transmiten información en los nervios pueden dañarse. Sin embargo, si la neurona sigue viva, puede restablecer esa prolongación y volver a encontrar su blanco original, ya sea un músculo o un órgano.  

En la lógica de la metáfora de los cables eléctricos: aun cuando una línea se rompa por un temporal, una vez que la emergencia se resuelva, la estructura se puede cambiar o reparar y reponer el servicio. En el caso de ciertas patologías, esta capacidad espontánea se ve afectada. Ocurre, por ejemplo, en la diabetes, y su consecuencia en los nervios, la neuropatía diabética.  

El científico chileno advierte que un porcentaje importante de personas con diabetes tiene algún grado de afectación de su sistema nervioso periférico. Se produce en parte porque la abundancia  de los azúcares que las personas tienen en la sangre produce que las proteínas que están en los vasos sanguíneos empiecen a acumular azúcar, derivando en una fibrosis de los vasos sanguíneos y de allí una menor irrigación hacia los nervios”. 

Esto es lo que explica que las personas con diabetes tengan falta de sensibilidad. Probablemente muchos hemos sabido de alguna persona cercana con diabetes, que sufre una herida y demora en notarlo por falta de sensibilidad, particularmente adultos mayores. El sistema nervioso está en el centro de esa problemática de salud pública, porque son sus nervios los que están afectados. La falta de regularidad en el seguimiento del tratamiento antidiabético afecta también al sistema nervioso periférico”. 

Para el especialista, la regeneración natural del SNP y el hecho de que esta capacidad esté reducida en el SNC, son una oportunidad para entender fenómenos que afectan la salud de la población. Esa diferencia de capacidades entre estos dos sistemas está en el centro del futuro del campo e impulsa la identificación de potenciales blancos moleculares para el diseño de terapias.  

Hay toda una corriente de investigadores e investigadoras a nivel mundial siguiendo esta pregunta: por qué un sistema nervioso puede regenerarse y el otro tiene una comparativa muy pobre. Los distintos tipos neuronales podrían explicar algunas diferencias. Clarificar que esto abriría un camino que potencialmente puede ayudar a recuperar al sistema nervioso central después de un daño, utilizando la receta que está escondida en el sistema nervioso periférico. Las potencialidades son muchas.” (Por: Luis Francisco Sandoval. Agencia InéLlambías Comunicaciones).

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