Marcela Fresno Directora del Magíster en One Health – Una Salud Universidad de Las Américas

Cada 28 de septiembre se celebra el Día Mundial Contra la Rabia, una fecha clave para recordar la importancia de la prevención y control de esta enfermedad mortal que afecta a más de 150 países. Bajo el lema “Rompiendo barreras”, la comunidad internacional se une para destacar los avances y desafíos en el camino hacia un mundo sin muertes humanas por rabia.

La rabia es una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso de mamíferos, incluidos los humanos, y es casi siempre fatal una vez que aparecen los síntomas. En Chile, los esfuerzos se centran en la vacunación de animales, educación pública, detección temprana y respuesta rápida ante casos sospechosos.

Según el Boletín de Vigilancia Científica sobre la Rabia, de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) de agosto 2024, se han logrado avances en su vigilancia y control, pero persisten desafíos como la falta de acceso a vacunas y la necesidad de fortalecer la cooperación entre los sectores de salud humana y animal, bajo el enfoque de Una Salud. El boletín destaca el uso de herramientas tecnológicas como aplicaciones móviles y plataformas digitales para mejorar la recolección de datos y la gestión de información en tiempo real. Estas tecnologías pueden ser utilizadas para rastrear la distribución de casos, monitorear la vacunación de animales y coordinar acciones de emergencia, mejorando la capacidad de respuesta y la toma de decisiones.

Nuestro país se encuentra libre de rabia canina, un logro importante para la salud pública. No obstante, esta enfermedad sigue presente en murciélagos, que transmiten el virus a humanos y a otros animales, incluidos los perros. Además, aquellos perros provenientes de países vecinos como Perú y Bolivia -donde la rabia canina aún existe- pueden ingresar sin la vacunación adecuada, representando un riesgo de reintroducción. En Chile, el creciente número de perros de libre deambular, con dueño y asilvestrados, complica las campañas de vacunación, ya que la movilidad y dispersión de estos animales hace difícil mantener una cobertura de vacunación efectiva, aumentando el riesgo de exposición a humanos y otros animales, silvestres y domésticos.

Para avanzar en la eliminación de la rabia canina, es crucial incrementar la vacunación, especialmente en áreas rurales, de difícil acceso y escasos recursos. La educación pública también es fundamental; la comunidad debe estar informada sobre los riesgos de la rabia, medidas de prevención y la importancia de buscar atención inmediata tras la mordedura de un animal. Las campañas deben promover la tenencia responsable y la vacunación regular de mascotas, así como la sensibilización sobre la importancia de evitar el contacto con fauna silvestre.

En este Día Mundial Contra la Rabia hacemos un llamado a los gobiernos, organizaciones, profesionales de la salud y comunidades a unirse en este esfuerzo global. Para alcanzar la meta de “Cero muertes por rabia en 2030”, es primordial redoblar los esfuerzos en vacunación, control de la población canina y educación comunitaria.

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