Samuel Gutiérrez Director Carrera de Kinesiología, UDLA, Sede Concepción
El inhalador de dosis medida (IDM) es una herramienta fundamental en el tratamiento de enfermedades respiratorias como el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). No obstante, estudios recientes revelan que un 70% de los pacientes no lo utiliza de manera adecuada, lo que puede comprometer significativamente el tratamiento.
En kinesiología, se destaca la relevancia de aplicar una técnica propicia en la manipulación del IDM para garantizar la máxima efectividad del medicamento. Los pasos clave incluyen agitar bien el dispositivo antes de cada uso, exhalar completamente antes de la inhalación, colocar el inhalador de forma vertical en la aerocámara, y comenzar a respirar lentamente al mismo tiempo que se presiona para expulsar la dosis. Es esencial continuar inhalando profundamente para asegurar que el compuesto llegue a las vías respiratorias más distales, seguido de una pausa de 5 a 10 segundos. En el caso de los niños, es necesario que realicen al menos cinco respiraciones dentro de la aerocámara.
Asimismo, se considera fundamental ocupar espaciadores o aerocámaras para mejorar la entrega del medicamento inhalado y reducir los efectos secundarios, ya que ayudan a coordinar la respiración y la liberación del compuesto, permitiendo una mayor deposición pulmonar.
Es crucial que los profesionales de la salud eduquen a sus pacientes sobre el adecuado uso del IDM. Lo anterior, no solo mejora la salud respiratoria, sino que también reduce las visitas a urgencias y posibles hospitalizaciones.
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