La inadecuada alimentación se ha convertido en un factor crítico en la cicatrización en las personas. Un reciente estudio del Centro Nacional de Salud Pública destaca cómo los hábitos alimentarios deficientes están afectando negativamente la salud de la piel y el sistema inmunológico, lo que se traduce en un aumento en el riesgo de presentar heridas que son difíciles de cicatrizar.
Los expertos advierten que las deficiencias nutricionales, especialmente en vitaminas y minerales esenciales como la vitamina C, la vitamina A y el Zinc, están directamente vinculadas a una mayor susceptibilidad a heridas. La carencia de estos nutrientes no solo debilita la piel, sino que también retrasa el proceso de cicatrización, creando un círculo vicioso que agrava la situación.
La piel, siendo el órgano más grande del cuerpo humano, requiere un cuidado adecuado para mantenerse en buen estado. Una alimentación equilibrada, rica en nutrientes esenciales, juega un papel fundamental en este aspecto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y especialistas de la Clínica Cath enfatizan la importancia de una dieta saludable para el mantenimiento de la salud de la piel.
La enfermera jefa de Clínica Cath, Carolina Saravia, señala que una dieta balanceada que incluya proteínas, carbohidratos, vegetales, frutas, grasas saludables y suficiente agua es esencial para proporcionar a la piel los nutrientes necesarios para su óptimo funcionamiento. Sin embargo, una de las condiciones más preocupantes relacionadas con la salud de la piel es el pie diabético.
La diabetes, que está en constante aumento a nivel mundial, puede ocasionar complicaciones graves, incluso requiriendo amputaciones de extremidades. En Chile, se estima que hay más de 80,000 personas con úlceras en los pies debido a esta enfermedad, según la ADICH. Esta cifra representa un desafío significativo para el sistema de salud del país.
Carolina Saravia advierte que el pie diabético es resultado del deterioro vascular y neurológico causado por la diabetes, lo que conlleva una mala circulación sanguínea y una disminución de la sensibilidad en los pies. Esto incrementa el riesgo de desarrollar heridas que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en complicaciones, que puede incluir la perdida una extremidad inferior.
La experta también destaca que «el pie diabético está directamente relacionado con la educación del paciente sobre la enfermedad y sus cuidados». Según el Ministerio de Salud, se estima que en Chile se amputan más extremidades a hombres (74%) que a mujeres (26%), lo que sugiere que las mujeres podrían estar cuidando más de su salud en este contexto.
Para prevenir el pie diabético y otras complicaciones de la piel, Saravia recomienda realizar controles regulares de azúcar en sangre, mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y reducir el consumo de azúcares e hidratos de carbono.
Equipo Prensa
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