Se trata de un desorden multifactorial que afecta al 8% de la población. También es conocido como “colon irritable”.

 

En Chile, alrededor del 8% de la población vive con síndrome de intestino irritable (SII), según datos de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SCHGE). Es un desorden gastrointestinal funcional que tiene tratamiento, pero cuyos síntomas, de no ser controlados, deterioran notablemente la calidad de vida de las personas.

 

El más común de ellos es el dolor abdominal, aunque también puede asociarse a distensión abdominal, diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos, y cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones. Asimismo, puede manifestarse con sensación de evacuación incompleta, e incluso eliminación de mucus por el recto.

 

Si bien estos síntomas pueden presentarse levemente en gran parte de la población, se dice que una persona tiene este síndrome cuando éstos se han manifestado por al menos 3 días al mes, durante un período de 3 meses o más 2.

 

“Las causas exactas del SII no se conocen con exactitud, pero sabemos que es multifactorial, involucrando factores como alteración en la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral, infecciones previas, desequilibrio de la microbiota intestinal y el estrés”, dice el Dr. Christian Von Mühlenbrock, neurogastroentorólogo de la Clínica de la Universidad de Los Andes y del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

 

Salud mental y microbiota

 

El especialista explica que hay una importante conexión entre el SII y problemas de salud mental, como estrés y ansiedad. Estos pueden exacerbar los síntomas debido a la interacción entre el cerebro y el intestino. “Es muy importante señalar que los síntomas no son inventados o psicosomáticos”, asegura el doctor.

 

Asimismo, señala que el SII puede estar asociado con un desequilibrio en la microbiota intestinal y añade que el objetivo de un buen diagnóstico y tratamiento es hacer que las crisis sean lo menos frecuentes posibles y de menor intensidad.

 

¿Cómo controlar los síntomas?

 

En el tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable (SII), “los probióticos podrían jugar un papel significativo al ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal, que a menudo se encuentra alterada en estos pacientes. Esto puede dar un alivio sintomático y mejorando la calidad de vida de las personas”, señala la Dra Milagro Sosa, Directora Médica de Abbott.

 

Estos son microorganismos vivos, principalmente bacterias y levaduras, que se encuentran naturalmente en algunos alimentos fermentados, como el yogur, el kéfir, el chucrut, entre otros, así como en suplementos dietéticos.

 

En este sentido, el Dr Von Mühlenbrock comenta que los probióticos ayudan a reducir la inflamación, mejorar la función de la barrera intestinal y aliviar síntomas como el dolor abdominal, la hinchazón, y las alteraciones en la frecuencia y consistencia de las deposiciones. Agrega que “existen en la actualidad diversas cepas que han sido estudiadas en salud humana y es un campo en constante desarrollo”.

 

¿Qué más puedo hacer?

 

Hay hábitos que se pueden adoptar para aumentar la efectividad del tratamiento. En primer lugar, llevar una dieta equilibrada, que sea rica en fibra soluble y baja en comidas altamente procesadas. También es importante hacer ejercicio de manera regular, ya que ayuda a mejorar la motilidad intestinal y reducir el estrés. También es crucial mantener una rutina de sueño adecuada, ya que el descanso insuficiente puede exacerbar los síntomas.

 

Para concluir, la Directora Médica de Abbott recomienda consultar a un especialista si tienes un cambio persistente en los hábitos intestinales u otros síntomas.

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