Las resoluciones y los decretos de año nuevo son el motor inicial perfecto para empezar a entrenar y mejorar los hábitos, pero solo la disciplina y la constancia permitirá que se mantengan en el tiempo. El inicio de un nuevo año siempre trae consigo una sensación de “borrón y cuenta nueva”, una oportunidad para fijar nuevas metas y comprometerse con el cambio. Por eso, esta motivación inicial puede ser clave para comenzar un entrenamiento, pero es fundamental aprender a gestionarla para que no se desvanezca con el paso de los días.
Cristóbal Toledo, psicólogo deportivo de Sportlife, explica que “la motivación es un excelente punto de partida, pero si no se convierte en disciplina, se corre el riesgo de abandonar los objetivos.” Para eso, agrega, “lo ideal es establecer metas claras y alcanzables, y apoyarse en el entorno para mantener el compromiso a largo plazo.”
Para sacar el máximo provecho a la motivación inicial y asegurarse de que, cuando esta disminuya, la disciplina se mantenga, es importante seguir ciertos pasos. Estas acciones ayudarán a sentar una base más sólida y reducirán las probabilidades de volver a caer en viejos hábitos.
Primero, Toledo sostiene que es crucial establecer objetivos SMART, es decir, metas que sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y que cuenten con un tiempo definido para lograrlas. Esto ayudará a organizar y a visualizar de manera concreta tu progreso.
Además, comenzar con hábitos pequeños y sostenibles puede marcar la diferencia. En lugar de intentar entrenar intensamente durante varias horas al día desde el principio, es más efectivo optar por rutinas moderadas, como 20 minutos tres veces a la semana, e incrementar gradualmente la intensidad y la duración.
El apoyo social también juega un rol importante. Entrenar con amigos, un grupo o un entrenador no solo ayudará a mantener la motivación, sino que creará un entorno que fomente la constancia y el entusiasmo.
Por último, es fundamental celebrar cada pequeño logro en el camino. Reconocer el progreso, por mínimo que parezca, refuerza el compromiso y anima a seguir adelante. Más allá de las resoluciones de año nuevo, conectar con tu propósito personal y entender las razones profundas detrás de tus metas hará que te mantengas enfocado incluso cuando la motivación inicial disminuya.
Con estas recomendaciones y el acompañamiento adecuado, puedes convertir el impulso inicial en un estilo de vida saludable y sostenible.
Equipo Prensa
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