- La cirugía benefició a una paciente de 35 años, quien podrá recuperar su audición con totalidad. A diferencia de otros dispositivos, el implante se osteointegra al hueso para transmitir mejor el sonido directo a la cóclea.
Camila Ortiz, paciente de 35 años, había perdido la esperanza de poder escuchar con normalidad nuevamente. Nació con una malformación congénita auditiva que provocó la pérdida de su audición de manera acelerada desde los 14 años. Por motivos de riesgo asociados a su salud, no era candidata para otras cirugías de implante.
“Prefería no conocer gente para evitar decirles que tenía problemas de audición. Incluso perdía trabajos por no entender bien lo que me decían o decir algo fuera de contexto porque escuche mal (…) cuando me llamaron y me dijeron que me iban a operar, la verdad es que fue lo mejor que me pudo haber pasado”, expresó emotivamente Camila.
El dispositivo en cuestión es el OSI 300 un implante que se instala bajo la piel con un tornillo que lo ancla al hueso. Después, sobre la piel va otro audífono, que recoge el sonido y lo transforma en un impulso electromagnético y hace que el componente que está bajo la piel vibre y transmita a través del hueso directo a la cóclea.
“El modelo del implante es extremadamente tecnológico y estamos muy orgullosos de que nuestro hospital sea el primer centro de Latinoamérica que va a poner este dispositivo (…) este tiene una particularidad de que lleva un solo tornillo y que se osteointegra al hueso de manera que debiera transmitir mejor el sonido”, indicó el Dr. Ricardo Alarcón, Otorrinolaringólogo a cargo de la cirugía y jefe del programa de implante coclear en el Hospital Guillermo Grant Benavente.
El procedimiento quirúrgico es de característica ambulatoria y no suele extenderse por más de 2 horas, no obstante, representa un cambio trascendental para la vida de una persona como Camila. “Pregunté como cinco veces si efectivamente me iban a operar porque no me lo creía (…) estoy super feliz y contenta con la oportunidad que me dio el hospital y emocionada de escuchar todo y que no se me escape ni una”, comentó entre risas la paciente.
“Hay una escritora, que padecía sordo ceguera, se llamaba Helen Keller, y tiene una frase que a mí me encanta, que dice que la ceguera la aleja de las cosas y la sordera la aleja de las personas. Entonces habilitar nuevamente la audición en las personas nos permite acercarnos y comunicarnos con normalidad”, concluyó el Dr. Alarcón.
Equipo Prensa
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