La enfermedad infecciosa, que afecta principalmente a los pulmones, sigue siendo una amenaza para la salud pública. En el Biobío los contagios han aumentado en casi un 20% en un año, según cifras oficiales.
La tuberculosis ha reaparecido con fuerza como un problema sanitario en la Región del Biobío. Según el informe entregado por la Seremi de Salud, en 2023 se registraron 325 casos de esta enfermedad en la región, lo que representa un aumento del 19,5% en comparación al año anterior. Además, se reportaron 16 fallecidos a causa de esta patología, el doble de los decesos informados en 2022. El alza ha generado preocupación en las autoridades, ya que la región concentra actualmente el 10% de los casos a nivel nacional.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta principalmente a los pulmones, pero que también puede comprometer otros órganos como el riñón, cerebro, ganglios y columna vertebral. “Se transmite de persona a persona a través del aire, desde una persona que padezca la enfermedad pulmonar activa al toser, hablar o estornudar, liberando microgotas con la presencia de la bacteria”, explicó el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Nicolás Saá.
Entre los síntomas más comunes se encuentran la tos persistente (por más de tres semanas), fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, dolor torácico y fatiga. El riesgo de contraer tuberculosis aumenta en contextos de hacinamiento, mala ventilación, contacto estrecho con personas infectadas y en presencia de condiciones como VIH, diabetes, desnutrición o tratamientos inmunosupresores. “Todavía existe en muchos países como un problema de salud pública. Es una de las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas en el mundo, y afecta especialmente a países de bajos y medianos ingresos, donde a menudo el acceso al diagnóstico y tratamiento es limitado”, advirtió Saá.
Según la Seremi de Salud del Biobío, la comuna de Concepción lidera el número de casos regionales con 40 notificaciones, seguida por Los Ángeles (35) y Talcahuano (33). El programa de control de la tuberculosis a nivel regional ha reforzado la pesquisa activa de casos, especialmente en la población migrante y personas en situación de calle, grupos que presentan mayor vulnerabilidad frente a esta enfermedad.
El médico de la UCSC también alertó sobre la creciente presencia de cepas resistentes a los antibióticos, lo que complica aún más el tratamiento. “La resistencia antibiótica es uno de los principales desafíos, ya que reduce la efectividad del tratamiento estándar y puede prolongar el proceso de recuperación”, señaló. A esto se suma la urgencia de desarrollar vacunas más eficaces y de promover la coordinación internacional para implementar programas de erradicación sostenibles.
En este contexto, la recomendación de los especialistas es clara: reforzar las estrategias de prevención, mejorar el acceso al diagnóstico oportuno y garantizar la adherencia al tratamiento, especialmente en zonas donde la enfermedad sigue teniendo un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de las personas.