La Semana Internacional de Concientización sobre la Tiroides es del 25 al 31 de mayo.

ROCHESTER, Minnesota — A nivel mundial, las mujeres tienen aproximadamente el doble de probabilidades que los hombres de ser diagnosticadas con cáncer de tiroides. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que los hombres enfrentan un riesgo similar. Expertos de Mayo Clinic afirman que tanto hombres como mujeres deben estar atentos del riesgo de cáncer de tiroides.

La tiroides es una pequeña glándula ubicada en la parte frontal del cuello. Desempeña un papel en la regulación del metabolismo del cuerpo. El cáncer de tiroides ocurre cuando las células de la tiroides desarrollan cambios en su ADN.

Según las estadísticas del Observatorio Mundial del Cáncer, el cáncer de tiroides es el séptimo tipo de cáncer más común en todo el mundo.

La mayoría de las formas de cáncer de tiroides pueden curarse, y en algunos casos puede ser posible realizar una cirugía mínimamente invasiva, que a veces permite preservar gran parte del tejido tiroideo no canceroso, afirma el Dr. Eric Moore, cirujano de cabeza y cuello y presidente del Departamento de Otorrinolaringología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, y director médico de Mayo Clinic International.

«Algunos cánceres de tiroides, aunque más raros, son muy agresivos y más difíciles de tratar,» añade el Dr. Moore. «Aunque antes se pensaba que eran intratables, hemos logrado avances importantes en el tratamiento de los tipos más agresivos, y nuestra investigación y tratamientos han transformado significativamente los resultados de nuestros pacientes con este tipo de cáncer de tiroides.»

En la mayoría de los casos, no se sabe con certeza qué causa los cambios en el ADN que desencadenan el cáncer de tiroides: La exposición a altos niveles de radiación, como la radioterapia en la región de la cabeza y el cuello, puede aumentar el riesgo, y algunos tipos de cáncer de tiroides pueden tener un origen hereditario.

En el pasado, se creía que las mujeres desarrollaban cáncer de tiroides con más frecuencia que los hombres. Sin embargo, datos más recientes muestran que a las mujeres a menudo se les diagnostica formas menos agresivas y relativamente poco letales de la enfermedad. Cuando se trata de cáncer de tiroides avanzado, los riesgos son los mismos para hombres y mujeres.

«Los hombres también tienen este riesgo, pero no estamos identificando casos con la misma frecuencia,» dice el Dr. Victor Bernet, endocrinólogo en Mayo Clinic en Jacksonville, Florida.

La razón aún no está clara. Una posible explicación es que las mujeres son más proactivas respecto a su salud y van al médico con mayor regularidad, lo que resulta en un mayor número de diagnósticos.

 «Así que, en realidad, probablemente no tengan un riesgo tan alto como pensábamos,» explica el Dr. Bernet.

El cáncer de tiroides puede no causar síntomas al principio. Pero, a medida que crece, puede provocar signos y síntomas como hinchazón en el cuello, cambios en la voz, como aumento de la ronquera, dolor en el cuello y la garganta y dificultad para tragar.

La mayoría de las personas con cáncer de tiroides que requieren tratamiento se someten a una cirugía para extirpar parte o la totalidad de la glándula tiroides. El tipo de cirugía recomendada por el equipo médico depende de factores como el tipo de cáncer de tiroides, el tamaño del tumor y si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos. El equipo de atención médica también tiene en cuenta las preferencias del paciente al elaborar su plan de tratamiento.

Las cirugías utilizadas para tratar el cáncer de tiroides incluyen:

  • Extirpación total o casi total de la tiroides (tiroidectomía). Una cirugía para extirpar la glándula tiroides puede implicar la extirpación de todo el tejido tiroideo (tiroidectomía total) o la mayor parte del tejido tiroideo (tiroidectomía casi total). El cirujano suele dejar pequeños márgenes de tejido tiroideo alrededor de las glándulas paratiroides para reducir el riesgo de daño a estas glándulas responsables de regular los niveles de calcio en la sangre.
  • Extirpación de una parte de la tiroides (lobectomía tiroidea). Durante una lobectomía, el cirujano extirpa la mitad de la tiroides. Este procedimiento puede recomendarse si el cáncer es de crecimiento lento y está localizado en una sola parte de la tiroides, no hay nódulos sospechosos en otras áreas y no hay signos de cáncer en los ganglios linfáticos.
  • Extirpación de ganglios linfáticos del cuello (disección ganglionar). El cáncer de tiroides a menudo se disemina a ganglios linfáticos cercanos del cuello. Una ecografía del cuello antes de la cirugía puede mostrar signos de que las células cancerosas se han propagado a los ganglios linfáticos. Si se identifica eso, el cirujano puede extirpar algunos ganglios linfáticos del cuello para análisis.

En Mayo Clinic, las personas con cáncer de tiroides son tratadas por un equipo compuesto por profesionales de diversas especialidades, incluidos endocrinólogos, cirujanos endocrinos y de cabeza y cuello, otorrinolaringólogos, oncólogos, radiólogos y patólogos. Los miembros del equipo tienen acceso a las últimas tecnologías, técnicas y evidencia científica, y analizan cuidadosamente las opciones de tratamiento para desarrollar un plan personalizado para cada paciente.

Entre los médicos de Mayo Clinic dedicados al tratamiento del cáncer de tiroides, se destaca la Clínica Multidisciplinaria de Cáncer de Tiroides Avanzado de Mayo Clinic centrada en los casos más avanzados y agresivos de la enfermedad. Investigadores de Mayo están estudiando todas las fases del cáncer de tiroides, desde las etapas iniciales hasta las más avanzadas, buscando evolucionar constantemente en la forma en que la enfermedad es comprendida y tratada, contribuyendo para que los médicos alcancen los mejores resultados posibles para sus pacientes.

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