• Con tecnologías PET/CT de última generación y radiofármacos teranósticos que combinan diagnóstico y tratamiento, la medicina  nuclear está marcando un antes y un después en el manejo del cáncer. Hoy es posible detectar recaídas en fase mínima, personalizar los tratamientos y elevar las tasas de supervivencia reduciendo los efectos adversos, según los últimos estudios clínicos.

En los últimos años, los avances en medicina nuclear han transformado el pronóstico de miles de pacientes oncológicos. Equipos híbridos como el PET/CT, junto con nuevos radiofármacos, permiten identificar la enfermedad cuando aún no es visible por otros métodos y dirigir la terapia con altísima precisión. Por ejemplo, en los linfomas de Hodgkin y los linfomas B de alto grado, un PET/CT negativo al finalizar la quimioterapia predice la curación con una seguridad del 90-95%. Si la imagen muestra actividad residual, el equipo clínico puede intensificar el tratamiento antes de que el cáncer reaparezca. En el cáncer de próstata, la llegada de los trazadores PSMA-PET/CT permite localizar metástasis con valores de PSA tan bajos como 0,5 ng/mL. Esto logra cambiar el curso terapéutico en más de la mitad de los casos, al orientar radioterapia focal o cirugías dirigida.

El Dr. Horacio Amaral, director médico de PositronMed destaca que una segunda revolución viene de los radiofármacos de última generación y que están disponibles en Chile. “El ¹⁸F-PSMA-1007, gracias a su vida media más larga y menor actividad en vejiga, ofrece imágenes pélvicas más claras. Mientras que el ¹⁸F-AlF-NOTA-octreotide amplía significativamente el acceso al diagnóstico de tumores neuroendocrinos”, explica.

Pero el mayor avance viene de la mano de la teranóstica, una estrategia en la que la misma molécula se usa primero para descubrir el tumor y luego tratarlo. El ensayo internacional VISION demostró que el Lu-177-PSMA-617 prolonga la supervivencia global de los pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración en cuatro meses frente al estándar y reduce en 38% el riesgo de morir, con menos efectos adversos que la quimioterapia tradicional. En tumores neuroendocrinos, Lu-177-DOTATATE disminuye en 79 % la progresión tumoral y mejora la calidad de vida de los pacientes, según los estudios NETTER-1 y NETTER-2.

“Cada año vemos a más personas tocar la campana de la remisión gracias a tecnologías que detectan la enfermedad cuando aún es microscópica y a terapias que llevan la radiación justo a la célula maligna. Hoy podemos personalizar la dosis y minimizar los efectos adversos”, señala el Dr. Amaral.

Tanto los nuevos trazadores diagnósticos como las terapias con radionúclidos están generando resultados contundentes: pacientes que viven más y mejor. “Nuestro compromiso es seguir trabajando para que estos avances lleguen a toda la población chilena que los necesite”, finaliza el especialista.

En este Día Mundial del Superviviente de Cáncer, la medicina nuclear no solo representa una nueva herramienta terapéutica: también simboliza una renovada esperanza. La invitación es a reforzar el trabajo colaborativo entre centros clínicos, investigadores y políticas públicas para que estas tecnologías sigan expandiéndose y lleguen, de forma oportuna y equitativa, a todos los pacientes que puedan beneficiarse de ellas.

Más información sobre los servicios de PositronMed y recomendaciones adicionales sobre la medicina nuclear, están disponibles en el sitio web oficial www.positronmed.cl o en el Instagram oficial @positronmed.cl.

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