Con la llegada del otoño y el inicio de las bajas temperaturas, cada vez más hogares buscan alternativas para mantenerse cálidos sin elevar el gasto en calefacción. Una de las formas más efectivas —y muchas veces subestimada— es mejorar el aislamiento térmico de las ventanas con vidrios de alto rendimiento.
Junio 2025.- Ya es otoño y las temperaturas comienzan a bajar con fuerza en gran parte del país. Con el frío llega también la preocupación por los altos costos de calefacción, especialmente ante el reciente aumento de $19,8 por litro en el precio de la parafina, según informó ENAP. En este contexto, surge una pregunta clave: ¿cómo mantener el calor en casa sin que eso implique un gasto excesivo? Una de las soluciones más efectivas está en algo que muchos pasan por alto: las ventanas.
En una vivienda, los principales puntos de fuga de calor son ventanas, puertas, techos, paredes y suelos. Además, los puentes térmicos —zonas donde el aislamiento es deficiente— también contribuyen significativamente a la pérdida de energía. De todos estos, la ventana es el punto más débil de la fachada, ya que generalmente las paredes, piso y techo cuentan con una buena aislación.
“Si tomamos en cuenta, que el vidrio es más del 90% de la ventana, es necesario darle la importancia que merece. En este caso, las ventanas termopanel con vidrio Low-E se presentan como una solución eficaz para conservar el calor dentro de la vivienda. El cristal Low-E cuenta con un revestimiento de baja emisividad que refleja el calor generado por sistemas de calefacción de vuelta hacia el interior, mientras deja pasar la energía solar, ayudando a mantener los espacios naturalmente templados”, explica Mónica Budge, jefe de Marketing de Vidrios Lirquén.
Un estudio realizado por Vidrios Lirquén e IDIEM comprobó que una casa de 103 m² con un 34% de superficie vidriada equipada con Termopanel Low-E puede lograr un ahorro del 40% mensual en calefacción. Además, la transmitancia térmica —es decir, el traspaso de energía— se reduce hasta un tercio comparado con un vidrio común.
Frente al escenario actual de aumento en los costos energéticos y temperaturas cada vez más extremas, contar con soluciones que mejoren la eficiencia térmica de la vivienda no solo representa un beneficio económico, sino también un aporte al bienestar cotidiano y a la calidad de vida en el hogar.