Fomentar hábitos diarios como el cepillado supervisado, el uso adecuado de pasta dental y controles regulares es clave para un desarrollo saludable.
Los hábitos que se forman en la niñez son los que más perduran en el tiempo. Por eso, enseñar a los niños a cuidar su salud bucal desde pequeños no solo previene caries y enfermedades, sino que también impacta su autoestima, su alimentación e incluso su rendimiento escolar.
Sin embargo, poco se habla del “cómo” instaurar estos hábitos. Establecer rutinas claras y simples, como cepillarse los dientes dos veces al día durante dos minutos, elegir un cepillo adecuado para su edad, enseñar a escupir y acompañarlos en el proceso hasta que adquieran autonomía, son pasos clave. También es útil hacerlo divertido: usar canciones, cronómetros o cepillos con personajes animados puede ayudar a generar una conexión positiva con este momento del día.
Dra Javiera Martino, Cirujano Dentista especialista en Rehabilitación Oral y parte de la familia Pepsodent explica que “es importante que los papás tengan claro qué tipo de cepillo deben usar los niños: debe ser de cerdas suaves y con la cabeza pequeña, para que se ajuste a su boca”. También es clave conocer la cantidad adecuada de pasta dental: “para niños de 0 a 3 años debe usarse una porción del tamaño de un grano de arroz, y desde los 3 años, una cantidad equivalente al tamaño de una arveja”, agrega.
Todos estos elementos buscan facilitar la incorporación del hábito del cepillado y fomentar la autonomía de los niños, sin dejar de lado la protección que necesitan.
“Además, el buen ejemplo de los adultos es fundamental: si los niños ven que sus padres también cuidan su higiene bucal, será más fácil que lo asuman como parte natural de su rutina” comenta Martino.
Es importante recordar que el cepillado debe comenzar con la aparición del primer diente, y que siempre se debe utilizar una pasta con al menos 1.000 ppm de flúor, como Pepsodent Kids. Esta fórmula, sin colorantes y con la cantidad adecuada de flúor, es apta para niños y niñas desde los 0 años.
Para apoyar este aprendizaje, existen productos diseñados especialmente para ellos, como la pasta de dientes como la nueva Pepsodent Kids,que incorpora personajes cercanos a los niños como lo es el Ratón MiniPep. Su fórmula es sin colorantes y tiene 1000ppm de flúor, lo que la hace apta para niños y niñas desde el primer diente. Todos estos elementos buscan facilitar la incorporación del hábito y fomentar la autonomía, sin dejar de lado la protección que los niños necesitan.