“No sé cómo ayudar”:
Acompañar a alguien en duelo puede ser abrumador cuando no sabemos qué decir o cómo actuar. Desde Acoger, red de cementerios católicos con más de 18 años de experiencia y pionera en planificación anticipada, entregan claves para brindar apoyo real desde la empatía y presentan alternativas concretas —como rituales significativos o la planificación anticipada— que ayudan a las familias a transitar el dolor con contención y sentido.
Perder a un ser querido, enfrentar una enfermedad grave o acompañar a alguien que atraviesa una crisis emocional puede dejar sin palabras. Muchas personas sienten que no saben qué decir o cómo actuar frente al dolor ajeno, mientras la frustración o la culpa por “no poder hacer más” se vuelven parte de la experiencia.
“Una de las frases más comunes que escuchamos es ‘no sé cómo ayudar’. Y está bien no saberlo todo, pero estar presente ya es mucho más de lo que creemos. La clave está en acompañar sin pretender solucionar”, explica Constanza Vidal, psicóloga de la unidad de apoyo al duelo de Acoger, red de cementerios católicos.
Desde Acoger, destacan que el apoyo empático puede marcar una gran diferencia: estar, escuchar sin juicio y validar lo que la otra persona siente. «El duelo es un proceso profundamente humano y único. A veces, solo necesitamos que alguien nos tome la mano, esté ahí en silencio o simplemente nos diga ‘aquí estoy para ti”, enfatiza la profesional.
¿Y si no se planificó nada? También hay formas de ayudar
En muchos casos, la persona fallecida no dejó instrucciones o decisiones tomadas. En ese momento de incertidumbre, una forma concreta y respetuosa de ayudar a la familia es acercar alternativas que les permitan atravesar este proceso con mayor sentido y contención.
“Presentar opciones como la cremación, o rituales significativos como los que realizamos en Acoger, puede ser un alivio para quienes no saben qué hacer o se sienten sobrepasados por tener que tomar decisiones importantes en medio del duelo. Ofrecer claridad y apoyo práctico también es una forma de cuidar”, explica la experta.
Rituales que acompañan y sanan
En este contexto, los rituales significativos cobran especial importancia. En Acoger han desarrollado una experiencia única en Chile: todos los sábados, celebran una misa de entrega de cenizas, oficiada por un sacerdote. Invitan a las familias cuyos seres queridos fallecieron en los últimos cinco días, ofreciéndoles una instancia íntima para recibir las cenizas con una bendición.
“El rito ayuda a dar sentido. Ofrecemos dos alternativas: una más sencilla, donde un familiar retira el ánfora y la recibe en administración, y otra más simbólica, donde toda la familia puede participar en una misa en nuestra capilla oficiada por nuestro Sacerdote Manuel Hervia Capellan de hospitales. Esta experiencia es profundamente sanadora y no tiene costo adicional”, comenta Constanza Vidal.
Además, Acoger ha puesto en marcha una iniciativa solidaria que ha tenido una excelente acogida: invitar a las familias a donar útiles de aseo para el Hogar de Ancianos San Carlos, de la Fundación Las Rosas N°21, con el propósito de brindar apoyo a quienes más lo necesitan.
Planificación anticipada: un acto de amor
Parte del enfoque de Acoger incluye promover la planificación anticipada como una forma de aliviar el peso emocional y económico para la familia. “Hablar de la muerte no es fácil, pero planificar es un acto de amor. Permite que quienes nos rodean puedan concentrarse en vivir el duelo y no en resolver trámites en medio del dolor”, concluye Vidal.
Con más de 18 años de experiencia, somos un cementerio que brinda un servicio integral, ofreciendo cremación, sepultación y servicios funerarios, junto a una red de contención que humaniza cada etapa del proceso.
Para más información:www.acoger.cl