Nestlé avanza en el mundo de la nutrición sinérgica

Durante décadas, Nestlé ha estado a la vanguardia en la investigación de la composición y los beneficios de la leche materna como, por ejemplo, las proteínas y los oligosacáridos (HMOs). Ahora, la Compañía suma toda su experiencia en el campo de los probióticos a este conocimiento y, fruto de ello, trae a Chile su último avance científico en nutrición infantil. 

¿Qué significa? Los equipos científicos de Nestlé descubrieron que la sinergia de un probiótico de precisión llamado B. Infantis con una mezcla de 6 HMOs (oligosacáridos de la leche materna), maximiza el efecto positivo que, por sí solos, consiguen los oligosacáridos y los probióticos para el desarrollo del bebé durante la ventana crítica del desarrollo del bebé.

“En Nestle apoyamos la lactancia materna como el mejor alimento para los bebes y es por eso que trabajamos e investigamos con el fin de proporcionar soluciones que cubran las necesidades de nutrientes esenciales para los lactantes que no pueden ser alimentados exclusivamente de leche materna. Con esta innovación, Nestlé avanza en el diseño de fórmulas infantiles, profundizando el impacto que tiene la nutrición temprana sobre la microbiota del lactante para favorecer un desarrollo adecuado y una buena salud a largo plazo”, comentó Carlos Silva, Gerente del negocio de nutrición infantil de Nestlé Chile.

El punto de partida 

En la leche materna hay nutrientes que actúan de forma sinérgica potenciando los beneficios resultantes sobre el sistema inmunitario del lactante. Un ejemplo es el caso del Bifidobacterium infantis (B. infantis). Este probiótico, especialmente importante en el primer año de vida, es capaz de digerir y metabolizar los HMOs, creando un ambiente intestinal que impide el crecimiento de  bacterias patógenas. Este hecho se ha relacionado con un menor riesgo de infecciones respiratorias y digestivas en el lactante. 

En este contexto, el equipo científico de Nestlé empezó a explorar la interacción de los diferentes oligosacáridos hasta descubrir que una de las cepas del probiótico B. infantis (LMG 11588) actúa de forma sinérgica y tiene la capacidad de absorber y metabolizar de forma mucho más eficiente una gran variedad de HMOs.  

Un estudio clínico en marcha 

Los primeros resultados del estudio clínico en lactantes que se llevó a cabo en España, así como en Alemania, Bélgica y Francia, muestran efectos sobre la microbiota de los lactantes. Sus resultados se han publicado en congresos internacionales de pediatría y apuntan a que, con estas soluciones innovadoras, se puede contribuir al crecimiento y desarrollo adecuado del bebé, favoreciendo indirectamente un impacto positivo en aspectos clave de la maduración del sistema intestinal, entre otros sistemas.

Además, Nestlé ha incorporado los HMO adaptando las concentraciones de estos a la edad del lactante. “Diferentes estudios han mostrado que la composición de los HMOs en la leche materna va cambiando durante la lactancia en función de las necesidades del bebé. La presencia de unos disminuye y aumenta la de otros. Ahora, han sido proporcionalmente incorporados en función de la edad y las necesidades del lactante en cada etapa”, agregó Silva.

La fórmula contiene también otros nutrientes importantes como proteína parcialmente hidrolizada y Bifidobacterium lactis (B. lactis), por su consolidada base científica en el diseño de fórmulas infantiles.

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