Como base estructural de la piel, esta proteína es esencial para conservar su firmeza, elasticidad y aspecto saludable.
La tendencia conocida como skinification, que surgió originalmente en el mundo capilar al trasladar ingredientes del skincare al cuidado del pelo, ha comenzado a transformar también el enfoque del cuidado corporal. Hoy, el cuerpo deja de ser un territorio olvidado y comienza a recibir fórmulas avanzadas, con principios activos como el colágeno, que antes estaban reservados solo para rutinas faciales.
Esta evolución no es superficial: responde a una necesidad real. El colágeno, una proteína estructural clave para la firmeza y elasticidad de la piel, comienza a disminuir de forma natural desde los 25 años. En mujeres jóvenes, mantener sus niveles adecuados ayuda a conservar una piel tonificada, prevenir signos prematuros de envejecimiento y reforzar la barrera cutánea ante agresores externos. En esta etapa, el cuidado tiene un enfoque preventivo, enfocado en preservar.
Con el paso del tiempo, especialmente después de los 35 o 40, la piel entra en una fase de recuperación: pierde volumen, elasticidad y tono. Es aquí donde el colágeno se vuelve aún más relevante, cumpliendo un rol restaurador. Las fórmulas enriquecidas con este activo ayudan a mejorar visiblemente la firmeza, reducir la flacidez y devolverle a la piel su aspecto vital.
La incorporación del colágeno en el cuidado corporal representa una forma más informada y transversal de entender la belleza: una que reconoce que la piel cambia, evoluciona, y necesita respuestas distintas en cada etapa de la vida.
En ese contexto, Dove cuenta con el nuevo Dove Sérum Vitality Renewal, un jabón corporal que incorpora un 4% de sérum restaurador con colágeno, diseñado para mejorar la firmeza y elasticidad de la piel. Un paso diario, sencillo pero transformador, que representa la nueva generación del cuidado corporal comenzando desde la ducha.