La académica estadounidense, creadora de un modelo que simplifica las terapias psicológicas tradicionales para hacerlas más accesibles, expuso en Duoc UC sobre salud mental y el rol de los espacios educacionales para la prevención.
Santiago, 24 octubre de 2025. – En la actualidad, el bienestar emocional de los estudiantes se ha vuelto un tema central en la educación superior. Estudios recientes revelan que el 80% de los jóvenes presenta altos niveles de malestar emocional, evidenciando un fuerte impacto del estrés académico y personal en la vida estudiantil, de acuerdo con Fundación Liderazgo Chile.
Consciente de la importancia de acompañar a sus estudiantes más allá del aula, Duoc UC invitó a la Dr. Laura Murray de la Universidad Johns Hopkins University a exponer sobre el rol que la educación en la promoción del bienestar emocional.
Reconocida internacionalmente por la creación del modelo CETA (Common Elements Treatment Approach), la especialista explicó que esta metodología busca simplificar y adaptar las terapias psicológicas tradicionales para hacerlas más accesibles, efectivas y sostenibles en distintos contextos. Aplicada en más de 25 países, esta propuesta de intervención ha demostrado resultados positivos en Chile, donde experiencias piloto —como las desarrolladas en Renca y Providencia— evidencian mejoras en el acceso, la rapidez de atención y la efectividad de los tratamientos.
Durante su intervención, planteó además que estas instituciones pueden transformarse en un espacio clave para acercar la salud mental a las personas, impulsando acciones de prevención, acompañamiento y formación emocional que respondan a los desafíos del presente.
“El mayor cambio ocurre cuando dejamos de ver la salud mental como algo clínico o lejano. La educación puede ser el primer puente para brindar apoyo, prevenir y acompañar a tiempo”, señaló la Dra. Murray.
La académica enfatizó que los entornos educativos son un punto estratégico para detectar a tiempo el malestar emocional, entregar herramientas prácticas y formar comunidades empáticas y conscientes, especialmente en jóvenes que se enfrentan a las exigencias académicas y sociales del presente.
Asimismo, destacó el rol de Chile en la implementación de programas de salud mental basados en evidencia, señalando que el país “cuenta con instituciones que están abiertas a innovar y adaptar modelos como CETA para mejorar el bienestar de sus comunidades educativas”.
Con su exposición, la Dra. Murray invitó a repensar el vínculo entre educación y salud mental, impulsando la colaboración entre psicología, tecnología y formación técnica como un camino para construir comunidades más saludables y resilientes.
























