Daniela Romero Arévalo, Encargada de contenidos y comunicaciones, experta en DDHH de Fundación Ronda
Las personas que forman parte de las comunidades con barreras de acceso, día a día se enfrentan a distintas limitantes que poco o nada tienen que ver con aspectos físicos, fisiológicos, ni del azar o mala suerte. Y para nosotros(as), como Fundación Ronda, es lo más doloroso.
Las limitantes están en nuestra sociedad, en la cultura excluyente y discriminadora. Y también muchas veces está en la ignorancia, así como también en la indiferencia, en el contexto que nos rodea, y, nos guste o no reconocerlo, todos y todas construimos ese contexto.
Derechos fundamentales en nuestra sociedad son el derecho al trabajo, a la educación, a vivir una vida en libertad, a expresarnos, a la justicia, a vivir en comunidad, a desplazarnos, a participar de actividades deportivas, recreativas, a la salud, es decir, en líneas generales a tener una vida en plenitud.
Y no podemos dejar de preguntarnos, ¿esta es la realidad que viven las personas con discapacidad, las mujeres, niños y niñas con barrera de acceso, las mujeres cuidadoras informales?
Sin duda, podemos decir que, como país, hemos ido avanzando en políticas públicas que han aportado en la garantía de esos derechos fundamentales en estas comunidades. Un ejemplo de esto es la Ley 21.015 de Inclusión Laboral que fue complementada con la Ley 21.275 que obliga a las empresas con más de 100 colaboradores a contar, con un gestor(a) de inclusión certificado por ChileValora y que vela por generar y propiciar un entorno donde nadie quede fuera.
Pero sabemos que falta mucho por hacer, y, en ese sentido, hacemos un llamado a todas las organizaciones tanto públicas como privadas a impulsar la real inclusión, pero, tal como decimos, desde su ADN y no solo por cumplir la ley o la cuota establecida.
Y acá hay un doble desafío porque, por otro lado, también es vital preparar a esas personas con barrera de acceso para ingresar al mundo laboral y generar en ellos(as) una experiencia positiva, donde realmente puedan desarrollar sus talentos..
En ese aspecto, nosotros(as) como fundación, hemos aportado de manera concreta hacia esa dirección a través de nuestro “Programa de formación e Inclusión Sociolaboral de Personas con discapacidad” que nos ha dejado una experiencia maravillosa y que nos enorgullece transmitir, porque sabemos que las personas que cuentan con un trabajo remunerado, que les permite conciliar vida laboral con personal, no solo valoran la organización donde están, sino que crecen como personas. Y, sabemos que así, podemos ir cambiando esos números que duelen, como el que indica que el 19,8% de los hogares, donde uno de los miembros es una persona con discapacidad, declara haber sido tratado(a) injustamente o discriminado(a) en ambientes laborales.
Nosotros(as) trabajamos en el empoderamiento y autodeterminación de personas con discapacidad, para que logren crear habilidades socioemocionales y herramientas robustas y direccionadas al empleo y ser incluidas laboralmente de manera efectiva.
Mujeres y derechos humanos
Es imposible no visibilizar que las mujeres con discapacidad sufren de una doble discriminación, por un lado, por su género y por otro, por su discapacidad. Sabiendo esto, es que nuestro programa también fomenta contrataciones efectivas y con enfoque de género. Además, acompañamos a las empresas en este maravilloso camino de inclusión, con entrega de material educativo, conversatorios, experienciales, así como también mentoring.
Tampoco podemos olvidarnos de esas mujeres que están al otro lado, las cuidadoras, las que justamente dedican su vida y tiempo a asistir a otras personas. Según la “Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2017” (CASEN), en nuestro país hay 672 mil personas en situación de dependencia -o sea, que necesitan asistencia de otra persona para llevar a cabo las tareas de su día a día- y de éstas, se establece que 470 mil cuentan con algún cuidador(a) “informal”. La misma encuesta, también indica que alrededor de un 80% de las personas mayores con dependencia tienen como cuidadora principal a una mujer.
“Protagonistas” es uno de los programas que las visibiliza, acoge y empodera, entregándole herramientas para su vida y salud. ¿Quién cuida hoy a las cuidadoras? Y la respuesta puede ser desoladora, porque muchas no cuentan con redes de apoyo. Y este tipo de iniciativas ayudan a visibilizar esta problemática que tenemos a nivel país y que debe ser apoyada por políticas públicas que contribuyan a desarrollar plenamente esta labor tan importante.
Como Ronda, creemos que es importante seguir teniendo esta conversación no solo para conmemorar el Día de los Derechos humanos, sino los 365 días del año, para que sigamos avanzando hacia un Chile inclusivo, que consagre para todos y todas y por igual, los derechos sociales, económicos y culturales.
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Acerca de Ronda:
Queremos transformar la mirada de la sociedad respecto a la diversidad e inclusión y provocar un cambio cultural en las organizaciones públicas y privadas, a través de responsabilidad social inclusiva (RSI). Apoyamos a organizaciones públicas y privadas a desarrollar políticas y acciones que permitan gestionar la #Diversidad para lograr la plena #Inclusión sociolaboral de personas con barreras de acceso, especialmente personas con discapacidad, cuidadoras y mujeres. Realizamos asesorías y recomendaciones técnicas para la implementación de la Leyes 21.015 y 21.275 de Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad, como también para la certificación en la Norma NCH: 3262 de conciliación de la vida laboral, familiar y personal, para avanzar en corresponsabilidad y en la eliminación de brechas entre mujeres y hombres al interior de las organizaciones.
Equipo Prensa
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