Siguiendo el procedimiento anual de Adecuación de Precio Base (APB) normado en las leyes
21.350 y 21.647, la Superintendencia de Salud fijó una variación de costos en el sistema Isapres del 7,4%, asociada al mayor uso de consultas médicas, procedimientos y hospitalizaciones, y a un incremento en la complejidad de las atenciones que requirieron los pacientes.
En efecto, durante 2023 cada beneficiario del sistema Isapre recibió, en promedio, 26 atenciones de salud, lo cual constituye un aumento comparado con las 24 prestaciones por persona que fueron bonificadas en 2022.
Así, el incremento de costos está explicado casi en su totalidad por el mayor requerimiento de atenciones de parte de los pacientes. Esta mayor intensidad en el uso se evidencia, por ejemplo, en las atenciones oncológicas de radioterapia y quimioterapia, que aumentaron 43% en relación con 2022, seguidas por prestaciones de las áreas de endocrinología (35%), anestesia (22%), neurología (18%) y cardiología (14%), entre otras.
El ICSA recoge la variación interanual en el uso de atenciones y prestaciones. Por ende, se hace cargo, únicamente, del aumento anual de costos en el sistema y no aborda la crisis que afecta al sector por efecto de una serie de sentencias judiciales. Mientras esto no sea corregido a través de una ley que restablezca el equilibrio financiero, el sector enfrentará un incierto y complejo escenario operacional.
Equipo Prensa
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