Camila Silva explicó que desde el Ministerio de Salud están trabajando en programas para abordar este tema en niños, niñas y adolescentes, lo que influye en un cambio cultural en los futuros trabajadores.

“Creemos que hay que partir desde la primera infancia”. Con estas palabras la Jefa de la división de Políticas Públicas del Ministerio de Salud, Camila Silva, se refirió al tema de cómo se aborda la alimentación laboral a nivel nacional y el trabajo que están realizando desde el ministerio.

“Nos falta mucho por avanzar, pero para nosotros es un tema importante. Somos uno de los países con el índice más alto de población infantil con sobrepeso y obesidad. Por eso, efectivamente, debemos focalizarnos en este tema, ya que son los futuros trabajadores. Es ahí donde tenemos que enseñarles a cómo alimentarse”, señaló la autoridad ministerial.

Los dichos de Silva se dieron en el seminario “Mesa de Diálogos por la Alimentación laboral”, que se realizó el pasado viernes en la Universidad Finis Terrae, en el cual se presentó el resultado de un trabajo conjunto entre la casa de estudios con Edenred, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ministerio de Salud, Asociación de Mutualidades, Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), INTA de la U. de Chile, Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Corporación Actuemos y la Red de Recursos Humanos.

 

La mesa de expertos se creó con la finalidad de abarcar la alimentación laboral desde áreas como la salud, nutrición, el ámbito legislativo y empresarial, todo para mejorar las políticas públicas en un tópico necesario de estudiar, dado que “Según diversas investigaciones mantener una dieta no saludable no solo perjudica la salud individual de los trabajadores, sino que también afecta directamente al desempeño laboral, los índices de ausentismo y productividad dentro de las empresas”, explica Óscar Castillo, director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Finis Terrae.

Según la Encuesta Nacional de Salud 2017, el 74,2% de los adultos en Chile presentan sobrepeso u obesidad, condiciones que incrementan el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes tipo 2. Estos problemas, exacerbados por la falta de tiempo y acceso a alimentos saludables en el trabajo, también generan costos significativos para las empresas debido al aumento del ausentismo, generando pérdidas que alcanzan los $400 mil millones de pesos anuales, según datos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).

 

Programa Nacional de Salud

 

Tras siete meses de trabajo, expertos de diversas organizaciones elaboraron un documento con propuestas para que Chile aborde la alimentación laboral como un tema central en torno a la salud y el empleo.

La propuesta se elaboró en base a tres dimensiones (levantamiento de información, desarrollo de políticas, diseño e implementación de intervenciones) que buscan generar un cambio estructural en la alimentación laboral en Chile, para enfrentar las crecientes problemáticas de salud en la población adulta derivadas de una alimentación inadecuada en el entorno laboral.

En torno al levantamiento de información, se propone la necesidad de evaluar y actualizar de manera permanente la situación actual de los trabajadores, identificando de qué manera varía su alimentación según el rubro ocupacional. Ante esto, se recomienda incorporar la temática en la próxima Encuesta Nacional de Condiciones de Empleo, Trabajo y Salud (ENETS), incluyendo un tema asociado a los alimentos consumidos durante la jornada laboral y así disponer de información crucial para un eventual desarrollo de medidas que favorezcan a los trabajadores.

Sobre el desarrollo de políticas públicas, se busca fortalecer la legislación sobre este asunto, lo que se traduce en implementar una legislación gradual que permita avanzar en asegurar el derecho a la alimentación como un derecho laboral para un mayor número de trabajadores, lo que según la propuesta sería posible con incentivos tributarios, subsidios para los primeros quintiles, cumplimiento flexible mediante comedores, alianzas o vales sociales.

Además, los expertos buscan que la alimentación laboral se incorpore en el Programa Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028, lo que permitiría que sea un aspecto dentro de esta Política a nivel nacional.

Con respecto al diseño e implementación de intervenciones específicas en el lugar de trabajo, la mesa propone modificar el ambiente alimentario, restringiendo opciones poco saludables y atender situaciones específicas sobre trabajadores con factores de riesgo o condiciones específicas como diabetes, mujeres en gestación y lactancia. Este cambio les daría la posibilidad a las empresas de optar por un “sello de alimentación laboral”, el que sería entregado por el Ministerio de Salud y reconocería a aquellas empresas que promuevan los hábitos de vida saludable entre sus trabajadores.

Implementación

 

El seminario brindó un espacio para que los diversos invitados compartieran ideas y experiencias sobre cómo implementar las medidas de promoción de alimentación saludable en el trabajo. Durante el encuentro, los panelistas analizaron posibles estrategias para aplicar estas iniciativas desde sus respectivas áreas de trabajo, abordando desafíos y proponiendo soluciones que podrían contribuir a la creación de entornos laborales más saludables.

Ante esto, Amalia Pereira, consejera nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), subrayó la necesidad de acercar el mundo académico al ámbito sindical, destacando que las intervenciones deben adaptarse al lenguaje y contexto de los trabajadores para ser efectivas y tener un verdadero impacto. “El lenguaje debe estar en sintonía con el público objetivo, visibilizando los espacios y explicando de manera clara por qué algo es perjudicial o beneficioso”, señaló, enfatizando la relevancia de integrar estas iniciativas en sectores como la minería y el retail, donde las condiciones laborales presentan mayores desafíos para una alimentación saludable.

Por su parte, la jefa de la División de Políticas Públicas del Ministerio de Salud, Camila Silva, señaló que desde el MINSAL se está avanzando en la formalización de los entornos promotores de salud laboral, una iniciativa que busca implementar un sistema de acreditación oficial. «Estamos trabajando con el Instituto Nacional de Normalización para desarrollar un formulario y un procedimiento formal que permita acreditar estos espacios», indicó, destacando que el proceso incluiría revisiones periódicas para revalidar estos recintos. Silva también enfatizó la importancia de promover estrategias integrales que no solo aborden la alimentación saludable, sino también otros aspectos fundamentales como la promoción de la actividad física en los lugares de trabajo, deuda que considera urgente abordar.

Al finalizar, el director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Finis Terrae, señaló que “las recomendaciones han sido muy bien recibidas. Ahora iniciaremos una campaña para realizar su entrega formal al Estado, con el objetivo de generar reuniones y abordar la información de manera más precisa. Nuestro propósito es levantar datos relevantes que involucren a todo el país y a los diversos sectores de los trabajadores, con el fin de dirigirlas de manera focalizada a los distintos rubros”.

El seminario “Mesa de Diálogos por la Alimentación Laboral” evidenció que abordar la alimentación saludable en los entornos laborales es un reto complejo, pero imprescindible. Las presentaciones y discusiones abordaron la relevancia de mejorar la salud de los trabajadores, y también la necesidad de esfuerzos multisectoriales para convertir este desafío en una realidad concreta.

Para revisar las recomendaciones en profundidad, ingresa a https://bit.ly/alimentación_laboral.

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