- Un estudio apunta a que el consumo regular de cepas probióticas como Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium lactis podría mejorar significativamente el control glucémico y reducir la inflamación, aportando una solución complementaria para enfrentar los desafíos de esta enfermedad.
En Chile, se estima que el 30% de la población sobre los 65 años han sido diagnosticados con diabetes tipo 2, una de las enfermedades más comunes alrededor del mundo y que estima un crecimiento de 181% para 2035, a nivel global; convirtiéndose en uno de los desafíos a resolver prontamente, tanto para entidades nacionales de la salud como autoridades a nivel global.
Entre sus tratamientos más comunes encontramos la utilización de fármacos, como la metformina e insulina, al igual que dietas específicas y nuevos hábitos para los pacientes; así también, nuevas aristas de investigación se han sumado como líneas en el tratamiento el uso de prebióticos y probióticos en la alimentación diaria, la cual ha mostrado resultados exitosos en pacientes con inflamación sistémica.
Estudios científicos y clínicos han evidenciado que la cepa de Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium lactis, al ser suministrados de forma recurrente por los pacientes, mejoró el control glucémico y redujo la inflamación en pacientes con diabetes tipo 2. Así también, un meta-análisis publicado en «Diabetes Care», en 2021, analizó varios ensayos controlados aleatorios y pronósticos que la suplementación con probióticos, como el Lactobacillus acidophilus, se asocia con una reducción significativa en los niveles de hemoglobina A1c (HbA1c) y glucosa en ayunas en pacientes.
En general, el consumo de probióticos en personas adultas mayores aporta a la reparación de la microbiota gastrointestinal, es decir, se produce una mejor absorción de nutrientes y metabolización, lo que genera una buena digestión y mejoran la sensibilidad a la insulina, contribuyendo a un mejor control de la glucosa en sangre.
“El ideal es que los adultos mayores consuman probióticos simbióticos, ojalá que vengan con su fibra ya lista para que empiecen a actuar y también si puede ser con aporte de micronutrientes como son la vitamina D, la vitamina A, el zinc, vitamina B, que son todos los nutrientes que siempre están al debe en nuestros adultos mayores”, explicó Patricia Medvesck, nutricionista de Wellness Technologies Chile.
La nutricionista recomienda que pacientes adultos mayores diagnosticados con diabetes y que estén presentando problemas metabólicos, es ideal que tengan apoyo del probiótico para que su enfermedad se pueda llevar de mejor manera. Las personas mayores diabéticas padecen de múltiples fallas en distintos órganos, por lo que la ingesta de probióticos ayudaría a protegerlos. “En la diabetes hay múltiples fallas a nivel de distintos órganos, a la larga es importante evitar al máximo y proteger todos los órganos y los probióticos son un gran aporte en ese sentido”, expresó Medvesck.
Para María Loreto Ormeño, directora de Lacte 5, el consumo puede iniciar de forma gradual. “Tanto en opciones encapsuladas o polvos solubles, es fundamental tomarlas con agua y, de ser posible, con una comida para mejorar la supervivencia de las bacterias en el tracto digestivo. Esto, siguiendo un régimen preestablecido por su profesional de la salud”.
Es probable que las mejoras sean evidenciadas posterior a las 4 a 6 semanas para notar mejoras en el control glucémico y la salud digestiva. La continuidad es clave, ya que las bacterias necesitan tiempo para colonizar el intestino y ejercer sus beneficios.
Equipo Prensa
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