Aprovechar las vacaciones de los niños para no perder clases es unas de las premisas al momento de realizar algunos chequeos y tratamientos médicos. Además, uno de los principales beneficios es que están en un periodo de menor contagio de virus respiratorios y ocupación clínica.
Enero 2025.- El verano es una de las mejores épocas para realizar ciertos exámenes y procedimientos en niñas y niños. Son meses en que los estudiantes tienen tiempo de sobra para divertirse, aburrirse e incluso aprovechar de visitar a su doctor. “En general, los escolares deberían chequearse un par de veces al año. Entonces, durante las vacaciones es recomendable realizarse un control de niño sano para evaluar cómo están en crecimiento, talla, entre otras cosas”, dice el Dr. Rodrigo Escobar, jefe de Neonatología de Clínica Biobío.
La Dra. Amparo Moreno, cirujana infantojuvenil de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Lo ideal es realizar algunos procedimientos médicos en este periodo, ya que están alejadas de los virus de invierno y se encuentran de vacaciones”.
Asimismo, el Dr. Ángel Blanco, jefe de Cirugía Infantil de Clínica Santa María, explica que lo óptimo es realizar algunas intervenciones electivas alejadas de las campañas de invierno y períodos con mucha ocupación clínica. “Además, como requieren de reposo en casa, lo mejor es efectuarlas en la época en que los niños tienen días libres para que puedan cumplir con ese descanso sin interrumpir sus labores escolares”, indica.
En tanto, la Dra. Carolina Correa, coordinadora de Cirugía Pediátrica de Clínica Dávila, agrega que, como los padres también pueden tomar vacaciones, tienen más tiempo para cuidarlos. “En enero y febrero, muchas familias deciden operar a sus hijos de fimosis, hernias inguinales, descensos testiculares, así como extirpación de lunares, quistes (dermoides y pilomatrixomas) y papilomas preauriculares. También se suelen realizar otras cirugías reconstructivas como corrección de orejas aladas, sindactilias, polidactilias y ginecomastias”, asegura.
Sin embargo, la Dra. Patricia Gutiérrez, jefa de Cirugía Pediátrica de Clínica Dávila Vespucio, advierte: «Aunque el verano es una buena oportunidad para planificar las intervenciones, también es un período en que el postoperatorio se puede complicar si es que los pacientes se van de vacaciones y no cumplen con las recomendaciones clínicas, como el cuidado de mínimo 15 días después del procedimiento».
La cirugía más común en niños durante las vacaciones
La fimosis o estrechez del prepucio es una de las patologías quirúrgicas más comunes en los niños. Si bien, la mayoría de los recién nacidos tiene el prepucio estrecho, en los primeros años de vida mejoran espontáneamente, pero existe un 5% de la población masculina que persiste con esta anomalía.
El tratamiento es la circuncisión, procedimiento que realiza un cirujano infantil, el cual consiste en resecar la piel estrecha del prepucio y dejar parcialmente cubierto el glande. Luego de la cirugía se requiere de una observación de 3 a 4 horas y de cuidados en casa. “En relación con la recuperación, se recomienda entre 7 a 10 días de reposo, evitando ir a la playa durante 2 o 3 semanas”, dice el Dr. Blanco.
Cirugías dobles
De acuerdo con la doctora Moreno, hay veces en que se indica la realización de dos cirugías a la vez. “Efectivamente en un mismo acto anestésico se pueden realizar dos intervenciones de riesgo similar, para disminuir la exposición a anestesia, lo cual con buena analgesia postoperatoria es muy bien tolerado en los niños”, asegura.
El Dr. César Alarcón, otorrinolaringólogo de Clínica Santa María, señala que la adenoamigdalectomía es una de las intervenciones dobles más frecuentes que se realiza en Pediatría. “Se trata de la extirpación de las amígdalas y adenoides, y se hace cuando está presente el síndrome de apnea obstructiva del sueño. Un niño que ronca es porque tiene un problema que hay que solucionar”, afirma.
Equipo Prensa
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