El Dr. Víctor Neira líder del proyecto, académico de la Universidad de Chile e integrante de la Comisión Nacional Una Salud de Colmevet, detalló que el impacto va más allá del territorio y entender cómo se propaga es crucial para prevenir futuros brotes bajo el enfoque de Una Salud
Un equipo de científicos chilenos ha logrado implementar un exitoso proyecto de vigilancia para detectar la Influenza Aviar Altamente Patogénica (HPAI) H5N1 en el territorio antártico, un esfuerzo pionero que destaca por su alcance en una de las regiones más extremas del planeta. El proyecto, que cuenta con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACH) y la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile (FAVET UChile), tiene como objetivo establecer capacidades de monitoreo y diagnóstico en tiempo real, con el fin de prevenir la propagación de esta enfermedad viral que afecta a aves y otros animales.
Laboratorios en el Fin del Mundo
La iniciativa comenzó en diciembre de 2024 y se materializó con la instalación de dos laboratorios en las bases antárticas Escudero y O’Higgins, ubicadas en puntos remotos donde se desarrollan investigaciones científicas bajo condiciones extremas. Los investigadores, encabezados por Marcelo González (INACH) y Víctor Neira (FAVET UChile) e integrante de la Comisión Nacional Una Salud del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), lograron implementar avanzados equipos de PCR en tiempo real, permitiendo la detección rápida del virus en las muestras recolectadas en la región.
Los equipos en las bases están conformados principalmente por estudiantes y profesionales de FAVET UChile, quienes fueron previamente capacitados en técnicas de diagnóstico de última generación. Entre ellos destacan Matthias Cabrera y David Gajardo, quienes estuvieron a cargo de la instalación y operación de los laboratorios en las bases. Además, un equipo dedicado realizó la recolección de muestras de animales en la región.
Un Hallazgo Sorprendente: Lobo Fino Positivo al Virus
Una de las noticias más relevantes del proyecto fue la confirmación de dos casos positivos de HPAI en un lobo fino antártico. Este hallazgo es significativo, ya que el lobo fino no es comúnmente identificado como portador del virus. La muestra, tomada cerca de la Base O’Higgins, mostró una alta carga viral en el análisis de PCR, subrayando la importancia de continuar con la vigilancia activa en la región.
Además, los investigadores recolectaron muestras de diversas especies de pingüinos, Skuas y mamíferos marinos, algunos de los cuales también resultaron positivos al virus. En la Base Escudero, se detectaron Skuas muertas infectadas por HPAI, lo que refuerza la necesidad de mantener el monitoreo en curso para prevenir la propagación del virus.
Vigilancia Activa y Colaboración Internacional
El monitoreo en la región antártica no se limita solo a las bases chilenas. En colaboración con otros grupos de investigación internacionales, como el proyecto RT-08-21 y el trabajo de la Dra. Gabriela Muñoz del NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.), se han ampliado las áreas de muestreo y recolección de datos. Este esfuerzo conjunto ha permitido acceder a nuevas zonas, incrementando la cobertura y la precisión de los resultados.
“Lo que estamos haciendo en la Antártida tiene un impacto mucho más allá de la región. La influenza aviar es una amenaza para toda la fauna, y entender cómo se propaga en un ecosistema tan aislado es crucial para prevenir futuros brotes en otras partes del mundo bajo el enfoque de Una Salud”, destacó Víctor Neira, líder del proyecto y vocero de Colmevet.
Un Proyecto Estratégico para la Salud Animal y la Biodiversidad
El principal objetivo del proyecto es prevenir la propagación de la HPAI en la fauna antártica, especialmente considerando la vulnerabilidad de las especies locales ante enfermedades foráneas. La influenza aviar es conocida por su capacidad de afectar no solo a las aves, sino también a mamíferos marinos, y su rápida expansión podría tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas antárticos.
“El trabajo que estamos realizando no solo es importante desde el punto de vista sanitario, sino también ecológico. Mantener controlado el virus en la Antártida es fundamental para preservar la biodiversidad única de esta región”, señaló Víctor Neira.
Además, los científicos subrayan la importancia de este esfuerzo para generar información clave sobre la propagación del virus en un entorno tan remoto, lo que podría ser crucial para la prevención de brotes en otras áreas del planeta.
Próximos Pasos: Vigilancia y Colaboración Global
Aunque los resultados obtenidos hasta ahora han sido prometedores, el proyecto no termina aquí. Los investigadores continuarán con la vigilancia en la Base Escudero, donde se espera completar los objetivos de muestreo en las próximas semanas. También se realizarán análisis adicionales de las muestras pendientes y se llevará a cabo la secuenciación genética del virus HPAI para obtener más detalles sobre su evolución y posibles mutaciones.
“Es crucial reforzar la colaboración internacional y continuar la vigilancia en la región. El trabajo de secuenciación será clave para entender la naturaleza del virus y su potencial de diseminación”, comentó Neira.
Colaboración Internacional como Clave del Éxito
La colaboración internacional ha sido fundamental para el éxito del proyecto. Al trabajar con investigadores y organismos internacionales como el NOAA, el equipo ha podido expandir su cobertura geográfica y compartir recursos y datos para enriquecer los resultados. Los expertos coinciden en que la respuesta ante la amenaza de la HPAI debe ser global y colaborativa, ya que los virus no reconocen fronteras geográficas.
Este proyecto demuestra cómo, incluso en las condiciones más extremas del planeta, la ciencia y la tecnología pueden ofrecer soluciones clave para la protección de la biodiversidad y la salud animal.
Recomendaciones y Proyecciones
Los próximos meses serán cruciales para continuar con la vigilancia en la región antártica. Entre las recomendaciones para el futuro, los investigadores sugieren fortalecer las alianzas científicas internacionales y publicar los hallazgos obtenidos para enriquecer el conocimiento global sobre la epidemiología de la HPAI en ecosistemas remotos. Asimismo, enfatizan la importancia de seguir monitoreando la situación para evitar la expansión del virus a otras áreas del planeta.
Con este proyecto, Chile y la comunidad científica internacional se comprometen a proteger los ecosistemas más vulnerables del planeta, demostrando que, incluso en los rincones más lejanos de la Tierra, la ciencia y la cooperación global son esenciales para enfrentar amenazas como la influenza aviar.
Equipo Prensa
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