- Nadia Gallardo Mejías comenzó su carrera profesional como kinesióloga, sin embargo, en la actualidad decidió dar un giro de 180° y se reinventó completamente para dedicarse a la programación.
Santiago, septiembre de 2021.- El mundo de la tecnología siempre estuvo ligado al estigma masculino, cosa que Nadia conocía y decidió probar de todas maneras para demostrar que la realidad no es así.
Su inquietud comenzó porque como kinesióloga se encontraba en una búsqueda constante de realización profesional, salario y flexibilidad laboral que jamás encontró. A sus 31 años ella tenía la impresión de que “venía de un mundo machista. Sentía que en las entrevistas laborales te estigmatizaban por ser mujer y si notaban que querías ser mamá, te negaban el trabajo”, cuenta Nadia, que está casada desde 2016.
Fue en 2020 cuando Nadia decidió escuchar los consejos de su marido y su hermano -ambos ingenieros informáticos- que le decían constantemente “aprende a desarrollar, en la tecnología está la estabilidad laboral”; y decidió aprender a programar.
Fue en este momento cuando encontró a Laboratoria, la organización latinoamericana que impulsa a mujeres a comenzar su carrera en la tecnología, y así disminuir la brecha de género en esta industria.
Durante los siguientes seis meses de su vida la mitad del tiempo la dedicaba a su trabajo, mientras que la otra mitad estudiaba en el bootcamp Laboratoria “estaba frente al computador de 8 a 8, y a veces incluso más”, afirma Nadia.
Ganar su primera competencia de programación, llamada hackaton, jamás se borrará de su memoria, sin embargo, ser una de las 2.000 egresadas de Laboratoria le costó mucho esfuerzo y disciplina.
Hoy gracias a su experiencia en el área de la tecnología reflexiona que “a las mujeres nos educaron pensando que éramos ‘la compañera de’ y no las protagonistas de las historias”, cosa que hoy tiene la certeza de que no es cierto y es la dueña de su vida.
Luego de menos de un mes de su egreso de Laboratoria, tuvo su primera entrevista laboral en Apiux Tecnología donde se convirtió rápidamente en una “yellower”. “Siempre agradezco a Apiux porque a pesar de no tener experiencia profesional, llegué como frontend al equipo encargado de desarrollar un producto digital propio de la compañía”, cuenta Nadia.
Su misión como desarrolladora en React ha sido programar todos los botones y acciones de la biblioteca documental de Apiux. Comenta que “estar en un equipo 100% remoto, con compañeros con más de 10 años de experiencia en el rubro, me ha enseñado muchísimo. El trabajo es desafiante y flexible, y también hay mucha confianza”.
Nadia resalta constantemente que las mujeres se empoderen en sus trabajos y sean felices también profesionalmente, “dejé de ser una esclava de los turnos. Ahora puedo decidir en qué momentos y condiciones trabajar. Con esto, les diría a otras mujeres: atrévanse. Hacen falta mujeres en la tecnología”, anima la programadora.
En Chile, esta es una necesidad cada vez más latente, ya que, según el último Informe de Política Monetaria del Banco Central, “la pandemia podría dejar secuelas permanentes en el empleo femenino”. Los puestos de trabajo de mujeres cayeron un 23,67% durante la pandemia, en cambio, los de los hombres bajaron un 18,35%.
Equipo Prensa
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